Entzun, entzun, entzun, Bera Bera txapeldun!

Las ocho, además, repartidas en los últimos diez años, porque salvo la temporada 2016/17 que se llevó Guardés y la 2018/19 que se fue a Gran Canaria con el Rocasa, las donostiarras se han adjudicado el resto desde la 2012/13. En todas ha estado Alba Menéndez, una capitana con mayúsculas -la mejor que puede tener este equipo- que, pese a ser especialista defensiva, este domingo se vistió de francotiradora para atravesar el marco rival hasta en siete ocasiones. Terminó siendo la máxima anotadora con 7 goles.

Su actuación, sin embargo, estuvo a la misma altura que la de las otras quince jugadoras. Impecable. Incluida la de June Loidi, que aún lesionada del isquiotibial quiso sentarse en el banquillo para casi al final del encuentro saltar a la pista a lanzar un penalti después de que Imanol se lo dijera. Lo marcó, por su puesto. Lo que vino después, con dolor o no, ya forma parte de la historia.

Ahora bien, para conseguir el triunfo el Bera Bera realizó un encuentro muy serio de principio a fin. Y eso que fue Palicio en el primer ataque del Gijón la encargada de inaugurar el marcador. Eso sí, la segunda máxima realizadora de las suyas y undécima de todo el campeonato con un total de 102 dianas ya no volvería a ver portería. Ese 1-0 fue la única ventaja para los locales en la hora de juego. Porque a partir de ahí primero Boada en desdoblamiento y después Cesáreo desde los seis metros y Maitane a la contra tras la primera intervención de Aalla pusieron el 1-3. Solo se habían disputado tres minutos.

Los suficientes como para darse cuenta de que el Super Amara iba con la firme intención de cantar el alirón a las primeras de cambio. O lo que es lo mismo, cuando restan todavía tres jornadas para el final. Nunca antes había ganado una Liga con tanta antelación.

Con una entonada Aalla bajo palos -hizo 14 paradas- y una Menéndez eficaz en el lanzamiento, las guipuzcoanas empezaron a gozar de ventajas de dos-tres goles entre el diez y quince de juego hasta que un 0-3 de parcial elevó la diferencia a cinco (8-13, minuto 21). No obstante, las locales no dieron su brazo a torcer y gracias a los aciertos de Mendoza, Palomo y Borges volvieron a meterse de lleno en la pelea. Álvarez pidió tiempo muerto y el equipo mejoró para llegar al descanso con un favorable 14-18.

Ya en la reanudación, el Bera Bera siguió a lo suyo, aprovechó para hacer rotaciones y necesitó apenas cuatro minutos para sentenciar la contienda. Los otros veintiséis fueron para disfrutar junto a su gente. Gijón, lugar emblemático para los seguidores txuri-urdin por la Liga conquistada en 1981, también será siempre bien recordado por todos los seguidores balonmaneros.