Castellanos, un muro para el Bera Bera

Con las andaluzas encontrando espacios y la eficacia en su portería, la diferencia se fue ampliando. En el ecuador de la primera mitad un 10-2 demoledor obligó al entrenador del Bera Bera a pedir un segundo tiempo muerto. Tras el parón, Boada y Erauskin celebraron con rabia dos tantos que redujeron la diferencia, que de ocho se quedó en cinco cuando Arrojería, a la contra, volvió a anotar. Las donostiarras aumentaron el nivel defensivo y parecía que el Málaga empezaba a desinflarse. Arrojería y Boada, al contraataque, se encontraron de nuevo con la portera manchega. Entonces, el partido empezó a bailar a ritmo de cumbia, Cavo, Karsten y Gavilán redujeron la ventaja a cuatro goles. Clausson y Arderius no perdonaron y la primera mitad terminó con un 14-10 en el luminoso.

El choque se reanudó a un ritmo vertiginoso. Las donostiarras no acababan de encontrarse y las de Gallardo volvieron a conseguir un colchón de sejs goles de diferencia (18-12). Arroyo con dos robos consecutivos, ofreció algunos destellos, pero no fue suficiente. Tras intentar Álvarez jugar con siete de campo, las de Bidebieta tenían diez minutos para darle la vuelta al encuentro. El reloj seguía corriendo. Aalla dio oxígeno deteniendo la eficacia local, pero el conjunto malagueño estaba muy enchufado y el Bera Bera no lograba reducir distancias. A falta de cinco minutos para el pitido final, la diferencia seguía siendo de seis goles, atascadas no eran capaces de materializar los lanzamientos y las locales se fueron hasta el 26-21 final.