Iñigo Aristizabal
Sábado, 21 de diciembre 2024, 23:03
Victoria, quinta consecutiva en liga, del Bidasoa Irun, que solo conoce ese resultado desde el 26 de noviembre, cuando derrotó al Ystads y acabó líder de su grupo de European League. A ese mérito añade ahora el tercer puesto al término de la primera vuelta ... liguera, que se gratifica con la participación en la Copa de España, a celebrar los días 8 y 9 de febrero en Lanzarote.
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Los irundarras dominaron al Puente Genil, con un notable Jakub Skrzyniarz y no menos destacada defensa. De ahí los 25 goles encajados y en nueve de los quince partidos disputados han entrado menos de treinta balones en la portería amarilla. Entre ellos, los cuatro últimos: 28, 27, 29 y, este sábado, 25.
Bidasoa-Irun
Skrzyniarz (11 paradas), Cavero (2 , 2 pen.), Esteban Salinas (5), Rodrigo Salinas (7, 4 pen.), García, Pacheco (4), Asier Nieto (2) –siete inicial–, Jevtic (1), Zabala, Gey-Emparan (2), Furundarena (2), Beraza, Mujika (3), Asier Iribar (2) y Gorka Nieto (1),
31
-
25
Puente Genil
Ben Tekaya (3 paradas), Cabello, Daniel Ramos (6), Cuenca, Mosquera (2), Da Souza, Jánosi (5) –siete inicial–, De Hita (3 paradas, 1 pen.), Keita (2), Bernabeu (4, 1 pen.), Gonsalvez (2), Aizen (4), Serrano y Claudio Leandro Ramos.
Marcador cada 5 minutos: 2-1, 6-3, 10-6, 13-8, 15-10, 16-13 (descanso); 17-14, 20-16, 22-16, 25-19, 28-21 y 31-25.
Árbitros: Roland Sánchez y Josep Millán, que excluyeron a los locales García, Asier Nieto y Jevtic y a los visitantes Mosquera, Leandro, Aizen, De Hita, Keita y Cabello. Mostraron rojas directas al local García (31') y al visitante Mosquera (46').
Incidencias: Se guardó un minuto de silecino por el fallecimiento del ex-jugador José Luis Barandiaran. El club tuvo un detalle con Rodrigo Salinas para festejar que el martes en Logroño llegó a los 1.000 goles marcados en la Liga Asobal.
El Bidasoa Irun empezó el partido como una moto. Eso sí, después de haber dejado pasar un minuto sin jugar, la señal de protesta que dictó la Federación Española de Balonmano para protestar por una agresión que se produjo el pasado fin de semana en un partido de categorías inferiores en Sanxenxo.
Cuando de verdad arrancó el partido, el equipo irundarra puso el 2-0 y, tras el empate pontano, cogió carrerilla para cobrarse un parcial de 6-1 en seis minutos, con cuatro de los goles al contraataque. Jakub Skrzyniarz detuvo cinco balones en los diez primeros minutos (62,5% en ese momento) y dio más posesiones a sus compañeros, que las aprovecharon. El polaco acabaría con once intervenciones, aunque curiosamente entre la quinta y la sexta pasaron 33 minutos sin poder levantar el puño como suele.
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Un 8-3 en el minuto 11 era un resultado poco esperado, que motivó el tiempo muerto del equipo andaluz, con el que se frenó el despegue de los amarillos. Eso sí, la ventaja de cinco goles ya estaba ahí y, tras unos minutos de intercambio de goles, llegó a ser de seis en el 14-8 del minuto 21. Aunque el equipo local tenía opciones de prácticamente sentenciar el encuentro, no lo consiguió.
Cuando Daniel Ramos marcó el 14-9, cuarto gol desde el pivote, empezó el mejor momento del Puente Genil, que logró un parcial de 1-4 para acercarse a tres goles (15-12). En el camino, Alex Mozas pidió tiempo muerto para intentar poner orden en una segunda unidad que no estaba ofreciendo tanto como había conseguido el siete inicial, con algunas pérdidas de balón que dieron aire al Puente Genil.
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Así, se llegó al descanso con 16-13 y el primer balón del segundo tiempo fue para los visitantes, que además tuvieron superioridad numérica para ponerse a dos. No lo lograron en ese momento, sí un poco más adelante tensando la cuerda (17-15), pero solo una vez más en todo el partido, muy al final, consiguieron encadenar dos goles, por lo que sus opciones de remontar fueron escasas, prácticamente nulas.
Y en parte porque el Bidasoa Irun se mantuvo en su sitio, controlando la situación en todo momento. De aquel incierto 17-15 se pasó al 22-16, con tres goles de contraataque entre los cinco del parcial. Fue además una fase del partido en la que el equipo rival tuvo tres exclusiones seguidas y, dos de ellas, simultáneas.
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Cuando el marcador te muestra seis goles de ventaja se juega mucho más fácil y es lo que hizo el Bidasoa. El séptimo gol de Rodrigo Salinas, a sumar a los 1.001 anteriores en once campañas en Asobal, aumentó la renta a siete (28-21) y ya no había ninguna duda de que los puntos se iban a quedar en casa. Lo celebró el equipo, también el debutante Andoni Beraza, y la afición, con la Peña Bidasotarrak cantando '¡A Lanzarote, oe!'. Pero antes, vacaciones, con la satisfacción del deber cumplido y con buena nota.
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