El Bidasoa-Irun construye un muro para sobrevivir

Y tuvo mérito porque con un rival decidido a asaltar Artaleku, un arbitraje raruno y una mesa que tuvo el encuentro parado cinco minutos en la segunda mitad por errores en el cronometraje, lo fácil hubiera sido irse del partido y complicarse aún más la vida. No lo hizo y el premio fueron dos puntos que vinieron acompañados de la sorprendente derrota del Torrelavega en casa, lo que le sitúa en disposición de superar el sábado en Artaleku al conjunto de Jacobo Cuétara en caso de victoria.

Precisamente la presencia de ese partido en el horizonte cercano, el parón liguero y un Villa de Aranda convertido en revelación del campeonato, exigían ayer un Bidasoa-Irun totalmente centrado y desde luego los de Mozas salieron con los cinco sentidos puestos en el partido. Sus primeros veinte minutos fueron brillantes, con una defensa agresiva que dificultó los lanzamientos, que provocó pérdidas y que restó fluidez a la circulación del balón del rival.

A eso le sumó un ataque en transición efectivo que fue liderado por Iñaki Cavero, autor de cinco de los primeros doce goles del equipo que sirvieron para marcar la máxima diferencia (12-6, m. 16). Asier Iribar puso el 13-7 cerca del minuto veinte y ahí comenzaron los problemas.

Dos exclusiones de Boskos y Furundarena y la salida a pista del meta Guitart, que está de dulce y que se presentó en el partido deteniendo un lanzamiento de siete metros a Cavero, metieron al Villa de Aranda en el partido. Con 13-10 Mozas solicitó tiempo muerto, pero los burgaleses ya habían encontrado las fisuras en el muro amarillo y no pararon de atacarlo (15-14, m. 28). Un último gol de Gorka Nieto ofreció un respiro antes del descanso.

El paso por los vestuarios no cambió prácticamente nada. Maciel siguió discreto en portería porque su defensa tampoco le ayudaba (17-17, m. 32) y Mosquera, desde los siete metros, puso por primera vez por delante al Villa de Aranda (18-19, m. 35).

Llegó entonces el parón por el fallo en el cronometraje y la falta de entendimiento entre la mesa y el delegado federativo, que ya se habían mostrado despistados en la primera parte por un cambio mal hecho del Villa de Aranda que dejaron sin sanción.

Ambos equipos entraron entonces en un intercambio de golpes, aunque los literales fueron en su mayoría para los jugadores irundarras que, en no pocas ocasiones, fueron alcanzados en la cara en acciones no siempre sancionadas.

Tras un gol de Megías (23-24, m. 41) Mozas solicitó un tiempo muerto y algo cambió. Bidasoa-Irun recuperó su mejor defensa, Faílde salió para tratar de detener un siete metros que terminó en el larguero y el de Lalín se quedó en la portería para sumar tres paradas y dos lanzamientos a la madera que reforzaron definitivamente el muro amarillo. Villa de Arand se puso por delante por última vez (24-25, m. 44) y a partir de ahí estuvo ocho minutos sin marcar un gol (30-25, m. 52), lo que comenzó a encarrilar la victoria de un Bidasoa-Irun que en dieciocho minutos logró un parcial de 12-3 que evidencia las dificultades que tuvo su rival para marcar y que permitió al conjunto irundarra disfrutar de un final más o menos plácido.