El cántabro Pablo Alonso se la tenía guardada al azpeitiarra Unai Orbea

El kilómetro y medio de dura ascensión al muro de Lazkaomendi desde Zaldibia deja en cabeza de carrera al azpeitiarra Unai Orbea y al cántabro Pablo Alonso. No es la primera vez que se ven las caras en el momento decisivo de una prueba importante. Ya coincidieron en Navia (Asturias) durante el Campeonato de España cadete de ciclo-cross en enero de 2013, hace más de dos años. El sprint se decantó entonces a favor de Orbea, que el verano anterior, en 2012, había sido campeón de España de ruta dentro de la misma categoría.

Se conocían y eran conscientes de las cualidades del rival. Hacía falta comprobar quién llegaba más fuerte a la recta de meta, quién había dosificado mejor las piernas. Pablo Alonso impuso su punta de velocidad para adjudicarse la victoria en la edición número 21 de la Gipuzkoa Klasika al final de 116 kilómetros que cubrieron en menos de tres horas a una velocidad media de 39,530 km/h.

Unai Orbea, quien habitualmente corre en las filas del Atracciones Sanz pero en esta ocasión defendía los colores de la selección de Euskadi, no pudo aguantar el acelerón final de Pablo Alonso, un cántabro de 17 años -cumplirá 18 el 20 de julio- natural de Villanueva de la Peña, pequeña localidad de 786 habitantes que pertenece al municipio de Mazcuerras. La pasada campaña fue subcampeón de España de contrarreloj individual. Seguro que ambos vuelven a verse las caras en el futuro.

Una fuga de una veintena de corredores marcó el desarrollo de la Gipuzkoa Klasika. Consentida en un principio por el pelotón, llegó a disponer de una ventaja de 2:45. Sin embargo, la labor de control en cabeza del gran grupo surtió efecto y un paquete de unas cuarenta unidades llegó agrupado al inicio de la ascensión final a Lazkaomendi, donde se desataron las hostilidades.

Diversos acelerones seleccionaron la cabeza hasta quedar reducida al dúo que disputó la victoria. Pablo Alonso y Unai Orbea se amoldaron al durísimo kilómetro y medio que conduce a una cima conocida en el mundo del ciclismo y que llegó a ser final de la Vuelta al Paía Vasco que en 1982 ganó José Luis Laguía, aunque en aquella ocasión se ascendió desde Lazkao en lugar de hacerlo desde Zaldibia.

La presencia guipuzcoana en los primeros puestos no se redujo a Unai Orbea. El oñatiarra Xabi Murgiondo (Ulma) se clasificó undécimo, un puesto por delante de Ander Amonarriz (Andoaingo), residente en un caserío de Hernani alejado del casco urbano. Ambos son juniors de primer año, al igual que Jokin Alberdi, campeón de España de ciclo-cross, decimoquinto ayer. Tampoco conviene olvidarse del pistard zarauztarra Jokin Alberdi, que acaba de llegar procedente de una concentración de la selección española con vistas al Europeo de pista.