Iba a cumplir 91 años este viernes, pero el emperador ha muerto. El ciclismo llora a Rik van Looy, el primer corredor que ganó los cinco monumentos. «Un campeón inmenso, un icono absoluto con un palmarés increíble», sentencia Eddy Merckx. «Era una gran figura. A veces me ponía a su lado en la salida, era mi ídolo», revela Roger de Vlaeminck. Son los tres únicos ciclistas de la historia que han ganado Milán-San Remo, Tour de Flandes, París-Roubaix, Lieja-Bastogne-Lieja y Giro de Lombardía, algo que nadie consigue desde que en 1977 el 'Gitano' De Vlaeminck conquistó por fin Flandes y que ahora persigue el mismísimo Tadej Pogacar, a quien le falta ganar en Roubaix y en San Remo.
Publicidad
A Van Looy le ha derrotado una enfermedad a la que llevaba regateando tiempo con bastante soltura pero le acorraló hace apenas unas semanas, según explicó Eddy Merckx: «Aunque estaba enfermo, se tomó la molestia de llamarme cuando estaba en el hospital después de mi caída hace diez días. No fue hasta hace un mes cuando su estado físico se deterioró». Hace años que en la plaza de Herentals se levanta un monumento en su honor.
Como sucede con todos los grandes de la época gloriosa, su palmarés es líquido, porque se le cuentan 397 victorias pero serían más. Se anotó tres París-Roubaix (1961, 1962, 1965) y dos Tours de Flandes (1959, 1962). En San Remo (1958), Lieja (1961) y Lombardía (1959) ganó una vez. Sumó dos mundiales (1960 y 1961) y casi fue más famoso el que perdió en 1963 en casa, en Renaix. El llorado Txomin Perurena relataba así aquella carrera: «La selección belga estaba diseñada para que el mítico Rik van Looy venciera al sprint. Sin embargo, su compañero Beheyt le lanzó tanto... que ganó y le dejó sin maillot arco iris. Le dio el último relevo y se lanzó a sí mismo. Aquello hizo correr ríos de tinta en Bélgica».
A sus ocho monumentos y dos mundiales se unen otras grandes clásicas del calendario como Gante-Wevelgem, Flecha Valona o París-Tours. Vistió el maillot de líder en Vuelta, Giro y Tour y sumó un total de 37 victorias de etapa en las tres grandes vueltas. También destacó en la pista, con 12 pruebas de Seis Días ganadas.
Fue un gigante en una época de colosos. Se enfrentó a Fausto Coppi, Ferdi Kubler, Hugo Koblet, Louison Bobet, Jacques Anquetil, Charly Gaul, Poulidor, Van Steenbergen, Merckx... Profesional desde 1954 a 1970, en su primera temporada ganó la Gante-Wevelgem y la canónica prensa flamenca le dio su bendición. Le llamaron 'Rik II', señalándole como sucesor del gran Rik van Steenbergen, tres veces campeón mundial. Pronto se quitaría ese cartel de segundo de nadie. Comprendía la modernidad y se desenvolvía con soltura delante de cámaras y micrófonos. Siempre elegante, era un personaje popular. Supo gestionar su carrera y formar para sus mejores años una guardia pretoriana fiel a su servicio en el equipo Faema, que le arropaba en las grandes clásicas.
Publicidad
Rivalizó con Steenbergen en las llegadas, con su fenomenal punta de velocidad. Aquellos sprints con los ciclistas sentados en el sillín y pedaleando a muchísimas revoluciones –no se había inventado aún el término 'molinillo'– quedan para la historia. Miguel Poblet también le tuvo que padecer.
En 1965, Van Looy vio llegar a su equipo, el Solo Superia, a un joven debutante. «Supe al instante que sería el mejor del mundo», recordaba. Era Eddy Merckx. El choque fue inevitable, y el 'Caníbal' salió al año siguiente al Peugeot.
Publicidad
Flandes llora a su único emperador. Para los flamencos, Van Looy sigue siendo el rey; Merckx es de Bruselas.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
El Diario Montañés
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.