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gaizka lasa
Martes, 28 de abril 2020, 06:35
La cuenta atrás para el Tour de Francia arrancó ayer. La activó, quién si no, el vigente campeón: Egan Bernal (Ineos). El colombiano realizó el primer entrenamiento de la primera de las dieciocho semanas que comprenderá su preparación para la Grande Boucle, prevista entre el 29 de agosto y el 20 de septiembre. Mientras Bernal se ponía en camino, se escuchaba el rugido de sus rivales, encerrados aún en sus jaulas.
El privilegio de ser el primero en pedalear hacia la ronda gala no se lo ha otorgado su condición de último ganador y, por ende, primer favorito al amarillo, sino el señor Wilson García, alcalde de Zipaquirá, su localidad natal. Los colombianos pueden, desde ayer, realizar actividad física al aire libre durante una hora y de forma individual, pero los alcaldes tiene la facultad de fijar reglas en sus términos municipales. Tal fue el recibimiento de su ciudad al ganador del pasado Tour, que García ha tenido el gesto: ha autorizado a Bernal y a cinco corredores más -su compañero en Ineos Brandon Rivera, Camilo Castiblanco (Team Illuminate), Diego Vásquez (Colnago CM) y Diyer Rincón (Focus Team VTT)- a entrenarse con una serie de condiciones que poco limitan el trabajo de los ciclistas.
El alcalde les pide rodar dentro de los límites del municipio, con prioridad -solo prioridad- entre las cinco y las ocho de la mañana y observando una distancia mínima de cinco metros entre uno y otro. El kilometraje no será problema. Zipaquirá posee una extensión aproximada de 197 kilómetros cuadrados, 189 de ellos en zona rural. Y la orografía, tampoco. Bernal podrá entrenarse por la subida a San Jorge o la ascensión al Águila dentro del municipio de Zipaquirá si quiere forzar cuesta arriba.
Ya aceptarían estas condiciones compatriotas como Nairo Quintana (Arkéa-Samsic), Sergio Higuita (Education First), Esteban Chaves (Mitchelton-Scott) y otros escarabajos que no tienen más remedio que seguir quemando rodillo. Pero no viven bajo la jurisdicción del señor García. En realidad, tampoco Egan Bernal. Se mudó el año pasado a Chía, también en el departamento de Cundinamarca, junto a su novia Xiomara. Pero declaró que «amo a Zipaquirá porque fue allá en donde estudié y en donde me crecí». Y claro, eso es un orgullo para el alcalde, que le ha abierto las puertas de su ciudad, primero para el confinamiento y ahora para el entrenamiento.
Tras un invierno sin contratiempos, Bernal se mostró muy entonado en el Tour de Colombia del mes de febrero. Hizo cuarto, aunque durante la carrera declaró que «estoy aquí para disfrutar». Iba a probarse en la París Niza -donde defendía título- pero su equipo decidió no participar por la crisis del coronavirus. Su calendario incluía después la Vuelta al País Vasco y la Lieja-Bastogne-Lieja, pruebas ambas suspendidas. Tras el obligado descanso, ahora ya tiene el horizonte despejado hasta el Tour. De momento, en Zipaquirá. En altura. A 2.650 metros.
Desde ayer, Bernal tiene entre ceja y ceja el Tour, aunque en función de cómo termine la ronda gala, no descartaría acudir al Giro, este año después del Tour. Ayer, el ministro de Deportes de Italia, Vincenzo Spadafora, dio luz verde a la fecha de octubre: «Sí, realmente espero que el Giro se pueda correr en las fechas indicadas por los organizadores».
Hacer doblete sería más factible si se asumiera el planteamiento de Alejandro Valverde. El murciano sostiene que «lo que hubiese hecho yo es acortar una semana las tres grandes. Creo que no tiene sentido mantener las tres semanas porque entonces nos vamos muy lejos en la temporada».
Alberto Contador considera que Egan Bernal tendrá su mayor rival en casa, en el Ineos. Se llama Froome. Entiende que «el cambio de calendario le favorece porque va a tener más tiempo para coger la forma y más hambre de victoria. Además, este cambio va a beneficiar a los corredores más fuertes mentalmente. Froome va a ser uno de los favoritos y es perfectamente capaz de ganar su quinto Tour», ha declarado a Cyclingnews.
También lo cree el propio Froome, quien en las últimas horas ha lanzado un mensaje en sus redes sociales señalando que «después de mi caída del año pasado parecía imposible luchar por un quinto Tour, pero estoy aquí y preparado».
El británico se rompió el fémur en junio del año pasado, en el Critérium del Dauphiné, y temía no llegar a punto a un Tour que, en sus fechas originales, iba a arrancar el 27 de junio. Sin embargo, ha aprovechado el confinamiento obligado por el coronavirus para hacer rehabilitación y recuperar musculatura en su pierna izquierda, mientras seguía entrenándose sobre la bici. La imposibilidad de sus rivales de competir o entrenarse en la ruta le acerca a su nivel a cuatro meses del Tour.
En una reciente entrevista a Cyclingnews ha asegurado que «viendo el nuevo calendario, mi objetivo número uno será el Tour» y ha añadido que «las dificultades que he tenido que pasar siempre me han hecho más fuerte». El morbo está servido: el cuatro veces ganador y el vigente campeón en el mismo equipo, con una historia de superación de por medio.
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