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Luca Corsi
Martes, 21 de marzo 2023, 01:00
Giulio Ciccone (Trek) venía bueno desde siempre. En Italia, los equipos pequeños viven de afinar el instinto para detectar el talento antes que nadie y la fórmula tampoco falló con el ciclista de Chieti, en los Abruzos. Si se sale ciclista de esa tierra, se ... sale duro. Fue el Bardiani el que le echó el ojo en 2015 y un año después, con 21, le hizo debutar en profesionales. Fue segundo en su primera carrera y siempre estaba delante. Pero su golpe de fortuna llegó en el Giro de Italia, donde ganó la décima etapa al llevar a término una escapada por un terreno infernal en una jornada de 220 kilómetros. Se impuso en la cima de Sestola y no tiró las gafas al público, que luego se convertiría en su gesto personal de celebración.
Tampoco lo hizo este martes, y eso que la ocasión lo merecía porque derrotó en la cima de Vallter 2000 a Primoz Roglic (Jumbo) y Remco Evenepoel (Soudal), a los que batió en un sprint sin concesiones. Tuvo que apretar hasta el último metro el italiano y se quedó sin su gesto, pero logró un triunfo de gran categoría que confirma que es un ciclista con margen de progresión, que sigue subiendo. Es el noveno triunfo de su carrera (tiene tres etapas del Giro) y el segundo de esta temporada tras la etapa de la Comunitat Valenciana, donde sí le dio tiempo a arrojar las gafas al público.
Roglic fue segundo y sigue como líder de la general y, gracias a las bonificaciones, amplía la diferencia con Evenepoel, que fue tercero, hasta los seis segundos, los mismos con los que aventaja a Ciccone. Los tres acabaron con el sueño de Esteban Chaves (EF) a 500 metros de la meta, tras su ataque en solitario a falta de 6,5 kilómetros.
Evenepoel tomó la iniciativa en la parte final e hizo la selección, pero no pudo soltar al esloveno y el italiano. El campeón del mundo entró mal en la última curva y abrió la puerta a sus rivales, que no le perdonaron. A este nivel, no se perdona ni a Evenepoel ni a nadie.
Estuvo bien Mikel Landa (Bahrain), que desde hace un año se ha vestido con un traje de seriedad que le sienta como un guante. Fue tercero en el Giro del año pasado, en su mejor vuelta de tres semanas, y parece que este año sigue con ese estilo más sobrio, sin alardes innecesarios. Atacó en los últimos kilómetros pero Ciccone, Roglic y Evenepoel le siguieron la rueda y, al final, le sacaron unos metros. El alavés ahora se encuentra a 27 segundos del esloveno en la general.
En la escapada del día se filtró Xabier Mikel Azparren (Euskaltel). Este miércoles, segunda ración de montaña, con final en la estación de esquí de La Molina.
Dario Cataldo (Trek) fue el más perjudicado de la durísma caída del lunes en la primera etapa y sufre fractura del fémur y la clavícula izquierdos, del acetábulo derecho, dos fracturas transversales de la columna lumbar, múltiples costillas rotas y un pulmón colapsado en ambos lados.
La noticia positiva es que «el ciclista está consciente y hemodinámicamente estable», según informó su equipo. Otro ciclista implicado en esa misma caída, Adam Yates (UAE) tuvo más suerte y ayer se mostró muy recuperado y entró en cabeza.
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