Eusebio Vélez, director del histórico Kas, fallece a los 85 años

Eusebio Vélez figura con letras mayúsculas en la historia del ciclismo vasco gracias principalmente a su labor como director deportivo en el histórico Kas. El de Durana murió ayer a los 85 años en la capital alavesa, donde residía, tras una vida ligada por completo a las bicicletas.

«Era un magnífico director», asegura Txomin Perurena, el pupilo que mayor número de victorias le otorgó entre 1973 y 1979, las siete temporadas en las que Vélez se mantuvo al frente del conjunto gasteiztarra. Durante ese periodo ganó una Vuelta a España con José Manuel Fuente (1974) y otra con José Pesarrodona (1976). Subió al podio con alguno de sus ciclistas en las tres grandes vueltas del calendario y logró muchos triunfos de etapa en Tour, Giro y Vuelta, además de clasificaciones por equipos. Aquel Kas era temible donde competía.

Su alianza con Juan José Urraca le permitió relevar a Dalmacio Langarika, otro director de leyenda, y ponerse al frente del Kas formando tándem al volante con Anton Barrutia. Se hizo además con la representación de la firma italiana Colnago para toda España. Abrió en Vitoria una tienda de bicicletas que con el paso del tiempo heredaron sus hijos y pasó a llamarse Mendiz.

Natural de Durana, como ciclista defendió los colores del propio Kas desde 1960 a 1967. Perurena recuerda que «en la Vuelta a España de 1961 salió líder de Donostia tras la primera etapa, una contrarreloj por equipos, pese a que no la ganó Kas, sino Faema. Vélez cruzó la línea de meta con unos metros de ventaja sobre sus compañeros y para la general contaba el tiempo de cada corredor, no el cuarto o quinto como ahora». Por eso el maillot amarillo se lo vistió el alavés en lugar del hombre de cabeza del Faema.

Terminó segundo en la Vuelta de 1966 detrás de Patxi Gabika, vencedor gracias a las bonificaciones. Vélez empleó menos tiempo real que el de Ispaster, pero se le escapó el primer puesto de la general. También se clasificó tercero en la edición de 1968, ya en las filas del Fagor, donde cubrió sus dos últimas campañas antes de la retirada en 1969. Llegó a las filas de la escuadra de la cooperativa de Arrasate junto a Gabika, Uriona y Momeñe.

«Era un buen corredor», subraya Txomin Perurena. «Gran rodador, se manejaba bien en la contrarreloj y hacía algo más que defenderse en la montaña». Lo atestiguan sus victorias: una etapa en la Vuelta a España de 1964 -una crono en Benidorm-, la Bicicleta Eibarresa de 1966 por delante de Lucien Aimar, la Subida a Urkiola de 1966 y tres victorias en el Gran Premio Primavera de Amorebieta (1963, 1964 y 1968).