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«Se necesitan dos para que haya un accidente». Remco Evenepoel (Soudal) y Primoz Roglic (Jumbo) parecieron querer dar la razón a Jay Gatsby. Los ... grandes favoritos del Giro rodaron por el suelo y estuvieron cerca de sufrir un verdadero accidente clasificatorio, pero finalmente salvaron el día porque la Madonna de los ciclistas, San Genaro o quien fuera intervino para que los males no pasaran a mayores. Ganó al sprint Kaden Groves (Alpecin), sobre la pista de patinaje de la meta de Salerno. Cavendish (Astana) entró quinto arrastrándose por el suelo, en la que parecía la última de la serie de caídas del día y que fue la penúltima porque hubo otra tras cruzar la meta. La culpa fue de un perro.
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Nada más partir la etapa, en la travesía de un pueblo, apareció el bicho suelto. Un perro de nada, pero se metió en la carretera y abrió las puertas del caos. A partir de ahí, todo fue a peor. Evenepoel se fue al suelo y se hizo daño, pero se reincorporó y dijo que todo en orden. Un alivio porque los perros sueltos forman parte de la historia negra del ciclismo. Cómo olvidarse de Joaquim Agostinho, muerto al chocar contra uno en la Vuelta al Algarve de 1984. El duro ciclista portugués se levantó y acabó la etapa, pero falleció a los pocos días. Había combatido en Mozambique y seguía corriendo a los 41 años porque «después de una guerra, la bici es como un regalo». Fue un víctima del subdesarrollo, sin un hospital cerca. Merckx acudió a su funeral.
Cómo olvidar la intervención providencial del doctor Astorki para salvar la vida de Jaime Salva y Ludo Loos en la Vuelta a España de 1985, derribados por otro perro. El susto de Sandy Casar en el Tour de 2007 o el de Lampaert y Kruijswijk el año pasado.
Evenepoel se levantó, pero el tramo final en Salerno no auguraba nada bueno. Velocidad, charcos y asfalto brillante. Roglic cayó a siete de meta, pero llegó a meta sin perder tiempo con la bici de un compañero, no como Jay Vine (UAE), que perdió 1:11. A dos, fue Evenepoel el que volvió a besar el suelo. Esta vez, el golpe fue importante. «Hematomas y contracturas fuertes, pero sin fracturas», explicó su equipo tras visitar el hospital. Hoy se le realizarán más pruebas antes de la salida.
Salerno, la Costa Amalfitana. Qué belleza. Aquí se acude a disfrutar, pero un perro lo echó todo a perder.
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