«Ahora estoy mentalmente sano», afirma Dumoulin

Explica que el ciclismo no fue una vocación para él. «Llegue a ser ciclista profesional por accidente, fue todo muy natural. Ahora puedo afirmar que nunca más tendré que construir esa fatiga crónica que todos los ciclistas conocen. Te levantas, entrenas lo más que puedes cada día y te vas exhausto a casa. Casi imposibilitado de repetir lo mismo al día siguiente». Sin embargo, no se arrepiente de haber tomado ese camino. «Estoy feliz de haber pasado por eso porque no hubiera ganado el Giro».

Por todo ello, asegura que «ahora estoy mentalmente sano. Puedo sentir qué es importante y qué no lo es». Reconoce que aún siente las «secuelas» de la presión que ha sufrido a lo largo de su carrera.

Dumoulin rememora vivencias especialmente duras para él. «La temporada 2020 fue absolutamente horrible. Odiaba salir a rodar en bici. Y aún así pude ayudar al equipo y terminé séptimo en el Tour. ¡Séptimo! No entiendo cómo fue posible. Y luego tienes que asimilar que el mundo vio el peor periodo de mi vida».

Una vez tomada la decisión de retirarse, el neerlandés ha descubierto que le gustaría seguir ligado al ciclismo en otras facetas en el futuro. Lo vio claro en Australia, a donde acudió como espectador. «Me gustó tanto el ambiente de los Mundiales que pensé que el ciclismo era mi mundo. Aún no he terminado aquí. Me siento como en casa y aún tengo amor por la bicicleta. Es posible que algún día sea entrenador o asesor de un equipo, pero ahora quiero estar lejos del ciclismo profesional por un tiempo».