Esta vez Pogacar atacó tarde, a tan solo 49 kilómetros de meta

Los periodistas preguntaban en la línea de salida a Pogacar, después de atacar a 100 kilómetros de meta en el Mundial de hace dos semanas en Zúrich, a cuánta distancia se iba a mover esta vez, y este expresó que «no tengo por qué atacar, también puedo ser el más rápido de un grupo pequeño al sprint ». Nadie en todo Bérgamo le creyó.

A 49 kilómetros de meta, en la vertiente más larga y menos dura de Sormano y después de que el UAE persiguiera durante toda la carrera a un gran y buen grupo de 21 corredores que dispuso de cuatro minutos y medio de renta máxima, Pogacar atacó después de que ayer sí –y no como en el Mundial– su compañero Pavel Sivakov concluyera su último relevo. Y ahí terminó la carrera, porque nadie hizo amago de poder seguirle. Pensaron inmediatamente en el podio conscientes de su superioridad.

Coronado el Colma di Sormano aventajaba en un minuto a Remco Evenepoel (Soudal), Enric Mas (Movistar) y Lennert van Eetvelt (Lotto), tercero en la Clásica de San Sebastián de este año. Sorprendentemente, Evenepoel se marchó hacia adelante en el descenso y a más de treinta kilómetros de meta quizás se podía pensar que la batalla por la victoria se resumía en una contrarreloj individual del campeón del mundo en ruta contra el oro olímpico de las dos disciplinas, pero no hubo tiempo ni para emocionarse por una pugna que hubiera estado muy bonita.

La diferencia no hizo más que aumentar y Pogacar terminó su perfecta temporada aventajando en 3:16 a Remco Evenepoel. Este año ha logrado 25 victorias y 23 de ellas (Strade Bianche, Volta, Lieja, Giro o Tour) son en el World Tour, más que todos los equipos de la categoría. El Visma Lease a Bike, el segundo con más triunfos en la élite, ha ganado 18. Cinco menos.

Evenepoel fue segundo y detrás quedaba pendiente el tercer cajón del podio. A Van Eetvelt y Mas se sumaron Sivakov y Ciccone, que atacó justo antes de que Ion Izagirre enlazara con el tercer grupo de la carrera. El de Ormaiztegi apretó, pero no alcanzó al italiano en la recta de meta y tuvo que conformarse con el cuarto puesto, el mejor resultado del año y 440 puntos UCI que el Cofidis agradecerá mucho en su pelea del año que viene por mantener la licencia World Tour.