Prohibido arrojar botellines en las carreras ciclistas

La Unión Ciclista Internacional (UCI) quiere que su deporte dé ejemplo. Y por eso a partir de este fin de semana, en coincidencia con el inicio de las clásicas, comenzará a multar a los corredores que arrojen sus bidones de plástico a las cunetas. La medida pretende reducir la suciedad que genera el paso de una carrera ciclista y concienciar sobre el respeto al medio ambiente. Los ciclistas darán ejemplo y si no, serán sancionados hasta con 880 euros de multa.

El anuncio lo ha desvelado el diario belga 'Het Nieuwsblad,' que organiza varias carreras. En sus páginas, el comisario de la UCI Philippe Marien dice que «tirar un bidón o arrojar envoltorios de comida en la cuneta o en la carretera no es aceptable en estos tiempos». La UCI no quiere más imágenes de corredores lanzando envases al paisaje. «Tenemos que prohibir que tiren basura. Hay que evitar que nada más estar al lado del coche de su equipo, echen al botellas al asfalto», señaló.

Según el organismo, los ciclistas del UCI World Tour, los mejores del mundo, «tienen que dar ejemplo». Si ellos lo hacen, los aficionados lo harán. Si tiran restos, les imitarán; pero si se los guardan en el bolsillos, crearán un modelo de conducta.

Como un ciclista puede utilizar diez y hasta veinte bidones en una carrera, la organización de la prueba acotará partes del recorrido, especialmente tras los avituallamientos, para que los corredores depositen los recipientes. También habrá otros tramos para dejar la basura en zonas de baja velocidad. La UCI quiere evitar que el lanzamiento de una ponchera cuando el corredor va a 50 kilómetros por hora pueda dañar a algún espectador.

Las multas previstas van desde los 175 a los 880 euros. La pena máxima es para los casos en que se ponga en riesgo la integridad de los aficionados. La UCI añade otra opción para deshacerse de las poncheras. Recomienda a los ciclistas arrimarse a la cuneta y dejarla con suavidad al lado de algún niño. Desde siempre, el paisaje infantil de este deporte ha tenido dos grandes botines para los pequeños, los bidones y las gorras. Tesoros que nada tienen que ver con la basura.