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Nairo Quintana alza su brazo derecho en señal de victoria en la meta de la última etapa de la París-Niza, en la cima de la Colmiane. EFE
Nairo Quintana gana la última etapa de la París-Niza que se lleva Maximilian Schachmann
Ciclismo

Quintana pone el punto y aparte

El colombiano del Arkea gana la última etapa de la París-Niza que se lleva Maximilian Schachmann antes de que el calendario se detenga

Gaizka Lasa

San Sebastián

Domingo, 15 de marzo 2020

Quédense con el día de ayer. Guarden en la memoria la bella jornada de ciclismo que, como toda la semana, brindaron los supervivientes de la París-Niza. Y con la exhibición de Nairo Quintana. Tal vez no sea la última. Qué deberá estar pensando el Movistar Team con el inicio de temporada que ha realizado su excorredor. Los nuevos colores del Arkea le han sentado fenomenal y a sus 30 años parece vivir su segunda juventud. El 15 de febrero ganó en el Mont Ventoux la tercera etapa del Tour de Provenza, siete días más tarde se impuso en el Col d'Eze en la segunda etapa del Tour des Alpes Maritimes et Var y ayer subió el nivel de su triunfo quedándose solo y victorioso en la cima de la Colmiane en la última etapa de la París Niza. Tres victorias en tres altos franceses y dejando sensaciones arrolladoras en la escalada.

Y no es que desconecte de la carrera para aprovechar su día. No. Nairo Quintana hubiera sumado a su palmarés la París-Niza si no fuese por la caída que sufrió en los abanicos de la segunda etapa. Se ha tomado en serio una temporada en la que tiene entre ceja y ceja el Tour de Francia, en el aire como todo el resto del calendario por la evolución de la pandemia del coronavirus.

Al tema que lo absorbe todo se refirió en la llegada Quintana. «Intentaremos regresar a Colombia. Pasar con la familia el tiempo que haga falta hasta que se solucione esta problemática. Lo importante para el mundo es que nos cuidemos. Nos pondremos en cuarentena para que el tema no se salga de las manos». Que le quiten lo bailao.

Benoot le pone emoción

El líder del Arkea ganó tras un ataque demoledor a 3,8 kilómetros de la meta en la Colmiane, con plato grande. Abrió hueco rápidamente respecto a un selecto grupo de corredores del que tiraba hasta entonces con fuerza Richie Porte (Trek). El australiano llevaba con el gancho a los ocho corredores más fuertes de la carrera. Nadie se podía mover. Pero Quintana metió una marcha más y voló. Lo intentaron tras él Sergio Higuita y Thibaut Pinot, pero sin su fuelle ni consistencia. Salían y volvían al grupo.

Quintana, en cambio, caminaba hacia el triunfo y pasó por encima de Thomas De Gendt (Lotto Soudal), último superviviente de la fuga del día, para presentarse en solitario en meta mientras por detrás se desataba otra hermosa lucha por la clasificación general.

Porque el grandullón Tiejs Benoot (Sunweb) puso en jaque la victoria de Schachmann (Bora) con un inesperado ataque a 1,2 kilómetros de meta. Como anticipándose a las clásicas de las Ardenas, en claro peligro de suspensión por el coronavirus, demarró más al estilo de rodador que como escalador, moviendo un gran desarrollo gracias a su palanca y agarrando el manillar desde abajo. El belga dio un buen susto al líder, que llegó muy tocado a la meta, si bien pudo conservar su maillot amarillo por 18 segundos.

Schachmann, que sucede en el palmarés al colombiano Egan Bernal, ausente en esta edición debido al duelo por el fallecimiento de su director deportivo Nicolas Portal, es el quinto alemán en el palmarés de la 'carrera al sol'. Antes ganaron Rolf Wolfshohl, Andreas Klöden, Jörg Jäksche y Tony Martin, último en imponerse en 2011.

Un día más, sabedores quizás de que no habría más ciclismo durante un buen tiempo, los corredores ofrecieron un espectáculo grandioso. Julian Alaphilippe (Deceuninck), que partía con 2:04 de retraso con respecto al líder, revolucionó el pelotón en cuanto aparecieron las primeras subidas y formó una escapada junto con Aurelien Paret-Peintre (AG2R La Mondiale), Thomas De Gendt (Lotto Soudal), Alberto Bettiol (EF Pro Cycling) y Nicolas Edet (Cofidis).

A 70 kilómetros de la meta la fuga tenía tres minutos de margen sobre el grupo perseguidor de Schachmann. Durante muchos momentos Alaphilipe fue líder virtual de la carrera, pero el equipo Bora trabajó a fondo en el pelotón para reducir la diferencia y su jefe de filas volvía a ser líder a 25 del final.

Al pie del último puerto –de 16 kilómetros–, los fugados tenían una renta de 1:20 sobre el grupo del líder. El Bora había encontrado la colaboración del Arkea de Nairo Quintana para limar diferencias, pero en la primera rampa el belga De Gendt soltó a Alaphilipe y se fue en solitario a por la victoria. Y este es de los que no espera.

Vincenzo Nibali, que estaba sexto en la general, a 1:18 del líder, puso a trabajar al Trek Segafredo, y particularmente a Richie Porte en los diez últimos kilómetros hasta que Nairo Quintana dinamitó el grupo a poco menos de cuatro a meta. A partir de ahí fue un sálvese quien pueda. Un final que tendrá que saciar durante más semanas de las que quisiéramos el hambre de ciclismo de la afición.

El campeón del mundo no sale

No faltó la anécdota del día motivada por la pandemia del coronavirus. Ni más ni menos que el campeón del mundo, el danés Mads Pedersen (Trek), decidió no tomar la salida en la última etapa debido a que Dinamarca ha pedido a sus ciudadanos que están fuera del país que regresen a casa. Eso fue lo que comunicó el corredor en las redes sociales. «Siempre dijimos que respetaríamos a las autoridades en esta emergencia. Mi país ha pedido que todos los ciudadanos daneses regresen a casa lo antes posible, por lo que, de acuerdo con el equipo, no comenzaré la carrera esta mañana para respetar esta decisión». Todos los corredores empezarán hoy otra vida al margen de la competición.

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