Tadej Pogacar rueda por las carreteras del Jura, este viernes camino de Poligny. EFE
19ª etapa | Tour de Francia

El aficionado es un romántico incurable

El Tour llega este sábado a Le Markstein, última gran montaña de la carrera, con la incógnita de qué pasará con Pogacar

Sábado, 22 de julio 2023, 02:00

Como el aficionado al ciclismo es un romántico incurable, este sábado se levantará con los ojos brillantes imaginando el ataque de Pogacar y su victoria en Le Markstein para resarcirse de sus desgracias y citar a Vingegaard para la revancha del año que viene. Como ... el aficionado al ciclismo es un romántico incurable, cuando se dé la salida a la etapa y vea que el primer puerto del día es el Ballon de Alsacia le parecerá poco lo de atacar al final y quitará el polvo a los libros de la biblioteca para imaginarse al esloveno como un René Pottier posmoderno. Y luego, una cabalgada de cien kilómetros hablando alemán por Alsacia sin acordarse de la Guerra de los Treinta Años, del Tratado de Westfalia, de imperio, de la línea Maginot, del armisticio ni de nada que no sea la gloria.

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Nada de eso pasará en el Ballon de Alsacia, el primer puerto que ascendió el Tour en su historia, el 11 de julio de 1905. Pottier fue el primer ciclista en llegar a su cima. Lo hizo sin poner pie a tierra, a una velocidad de entre 18 y 20 kilómetros por hora, una media nada despreciable teniendo en cuenta que se trata de un puerto de nueve kilómetros al 8% de media y que no había carretera, solo un camino de tierra. Cambió de bici a pie del puerto para tener la multiplicación adecuada, porque no existían los cambios de desarrollo. La hazaña merece recordarse y por eso hay una placa en la cima: «El Tour de Francia, carrera anual de 5.000 kilómetros, organizada por el rotativo parisino L'Auto, a René Pottier (1879-1907), que llegó primero a este lugar los años 1905 y 1906, después de haber sostenido en la escalada al Ballon de Alsacia, un promedio de 20 km/h y haber derrotado a todos sus adversarios».

Como el aficionado al ciclismo es un romántico incurable, ya ve a Pogacar lanzado a por un triunfo de etapa para confirmar su magia. El Ballon de Alsacia es mítico, por ser el primer puerto de la historia del Tour, pero no es duro. Además, no tardó en perder su sitio, porque en 1910 llegaron los Pirineos y un año más tarde, los Alpes. Y no hay color.

  • Tadej Pogacar | UAE «La etapa va a ser dura, pero espero que mis piernas, mi cuerpo y mi mente estén recuperados y vamos a ir a por la victoria»

  • Matej Mohoric | Bahrain «Ganar una etapa en el Tour te puede cambiar la vida; todos se lo merecen, pero no todos lo consiguen y eso es cruel e injusto»

  • Jonas Vingegaard | Jumbo «Una vez se fue la escapada, pudimos relajarnos y guardar fuerzas para Le Markstein»

El entorno del esloveno, una vez confirmada la derrota, va desvelando detalles de su proceso de recuperación tras la caída en la Lieja-Bastogne-Lieja en la que se rompió dos huesos de la muñeca y ha explicado que solo tuvo quince días de entrenamientos de verdad antes de presentarse en la salida de Bilbao. Los tiempos cambian, pero hay cosas que se mantienen inalterables: nadie va a más en el Tour y a Pogacar se le apagaron todas las luces en el col de la Loze, tras la derrota la víspera en la contrarreloj.

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¿Puede ganar este sábado en un gesto teatral maravilloso? Podría hacerlo, no en vano es un genio. Pero su misión en lo que queda de Tour es asegurar el segundo puesto del podio. Pensar en otras cosas es ficción, el material con el que se ha escrito la historia del ciclismo, por otra parte.

Dos días de descanso –ni este viernes, con el triunfo de Mohoric (Bahrain) en la escapada, ni el jueves, cuando se impuso también fugado Asgreen (Soudal) fueron jornadas exigentes– y el corto kilometraje de la jornada de este sábado (133 kilómetros) facilitan el trabajo en una etapa que acumula la dureza en la parte final, con dos primeras, el Petit Ballon (que según el añorado Txomin Perurena «es más duro que el Grand Ballon») y el Platzerwasel.

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257

etapas del Tour ha disputado Edval Boasson Hagen, con lo que iguala el récord entre los ciclistas de Imanol Erviti (Movistar). En la tercera etapa superó las 240 de Geraint Thomas y este sábado se colocará como líder en solitario con 258. Tiene 36 años y es su 13º Tour.

La lucha puede establecerse para el top-5, porque Adam Yates (UAE) cuenta con 1:16 sobre Carlos Rodríguez (Ineos). El granadino es cuarto con 18 segundos sobre Simon Yates (Jayco) y 49 con Pello Bilbao (Bahrain), sexto.

Estos son los números, y el aficionado, que es un romántico incurable, prefiere volver a estrellarse contra un muro pensando que puede haber épica. Por supuesto, en aquella etapa del Ballon de Alsacia de 1905 el primero en llegar a la meta de Besançon no fue Pottier. Le ganó Hippolyte Aucouturier y tres días más tarde se vio obligado a abandonar agotado por el esfuerzo. Pero a quién le importa eso.

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