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El público se vuelca animando a los corredores desde las cunetas este lunes en Ventas de Orio. Arizmendi
No hay aburrimientos como los de antes
El chuparruedas

No hay aburrimientos como los de antes

El Tour es una prueba que se cuece a fuego lento durante días como el de este lunes, un deporte anacrónico en esta época de paciencia menguante: un milagro feliz

Martes, 4 de julio 2023, 06:38

Neilson Powless se fugó otra vez para rascar puntitos en las tachuelas vascas, dos aquí, uno allá, y pasó por cada pancarta levantando los brazos, saludando y haciendo la ola con los espectadores que lo aclamaban. Powless, miembro de la nación nativa americana de los ... Oneida, ganó la Clásica de San Sebastián en 2021, este lunes pasó escapado por La Concha durante el Tour y, si sigue con esta tendencia, lo veremos el próximo 19 de enero llegando el primero a la plaza de la Constitución hacia las siete de la tarde, para pillar sitio al pie del tablado de la tamborrada. Con él iba Laurent Pichon, uno de esos modestos que estiran al máximo las fugas, aunque estén condenadas, para ganar el premio a la combatividad y subir al podio. Otro motivo para amar el ciclismo: es el único deporte que premia a quienes huyen. Dos fugados sin esperanza y un pelotón que los mantiene a la misma distancia durante cuatro horas: uno de los ingredientes del Tour son esos días en los que aparentemente no pasa nada, pero en los que los ciclistas se van cociendo a fuego lento para que otro día de repente hierva todo. Me alegra que aún sobreviva algún espectáculo de gran fondo, de los que no prometen una emoción hiperexcitante cada dos minutos, algún deporte de los que exigen paciencia, esa virtud menguante.

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