Los cobardes nunca ganan

El Tour de Francia es como la vida, pasa despacito pero muy rápido, y hay que aprovechar las oportunidades. Equipos como Total, Movistar o Bahrain tendrían muchas más opciones de conseguir éxitos en las fugas, pero juegan a lo mismo que los equipos de los líderes de la general. Me defraudó la etapa. Fue decepcionante.

Un equipo que sí buscó la etapa fue el EF, en favor de Healy, pero al verse solos desistieron. La jornada fue una oportunidad perdida para todos los equipos que aspiran de verdad a ganar una etapa en este Tour. Deben ponerse las pilas y aprovechar las oportunidades, porque el Tour se pasa enseguida. No se pueden dejar pasar ocasiones como la de ayer. Una fuga de seis corredores habría tenido opciones importantes de llegar, con compañía, Abrahamsen habría podido conseguir mucho más.

Felicidades a Girmay. Es un muy buen corredor, eso ya se sabía desde antes de empezar el Tour. La victoria de ayer confirma que la del otro día no fue por casualidad. Se ha convertido en el sprinter del Tour, el único que ha ganado dos etapas. Su equipo, el Intermarché, también es el único que ha repetido por el momento.

Los dos grandes favoritos en las llegadas en mi opinión, Philipsen y De Lie, se están quedando a las puertas. El primero, por las dudas y la ansiedad que le está generando no ganar. El segundo, porque siempre comete algún fallo de colocación por su falta de experiencia. Los rivales con los que se está midiendo le hacen pagar cada error. No están ganando por eso y porque Girmay les ha superado.

Hoy llega una jornada muy, muy peligrosa. Veo al Visma correr muy atento y tiene a un corredor como Van Aert para arropar a Vingegaard. El equipo de Pogacar, por el contrario, ha dejado más dudas en las etapas llanas, pero doy por hecho que hoy no se distraerán. Hay que correr muy atentos por unos caminos que yo conocí como director del Euskadi-Murias. Es un recorrido muy bonito, que me enamoró. Por algo le llaman la 'carrera de los duendes'. Es espectacular. Es la primera vez que yo conocí el sterrato en el ciclismo y me pareció precioso, pero incluye muchos peligros. Son 32 kilómetros.

Para mí, es una de las etapas que más dificultades puede poner a los favoritos porque hay muchos factores que no dependen de las fuerzas de cada uno. Si yo fuera el director del Bora o del Ineos aprovecharía para correr agresivo, ir delante y entrar rápido en todos los tramos de tierra para hacer la etapa lo más caótica posible, buscando así meter diferencia a Pogacar.

Hay que buscar las circunstancias que te pueden dar algo. No puedes correr como el que va a ganar el Tour, tienes que intentar generar algo. Veremos, pero cuando hay tanta expectación a veces no pasa nada.