Estoy aquí y vengo a ganar el Tour

Se están viendo detalles. La batalla psicológica la va ganando el Visma. Tenía claro que al principio el UAE partía con ventaja viniendo de ganar el Giro con Pogacar y con su rival pasándolo mal por su grave caída en la Itzulia. Todos esperábamos un UAE muy arrasador, pero el equipo neerlandés se les ha adelantado y se ha puesto en cabeza, en todo un golpe de efecto.

Sabíamos que Bolonia era un día para probar. Pogacar probó y demostró la categoría de corredor que es. Pero Vingegaard no dudó ni un instante, un detalle importante viendo de dónde venía y por lo que había pasado. Otro detalle es que no solo llegó a la rueda de su rival. El año pasado tenía más dudas a la hora de relevar. Este domingo dudó un poco, pero enseguida pasó a colaborar. Vingegaard le dijo a Pogacar 'estoy aquí y vengo a ganar mi tercer Tour'. Hay gran igualdad y tenemos a dos campeones que se encuentran frente a frente, así que los detalles van a marcar mucho la carrera.

En la meta, Pogacar dijo a Evenepoel que había intentado perder un segundo para no coger el amarillo. Habría sido muy inteligente hacerlo, ya que el liderato es ficticio y no lleva a ninguna parte. Al final, está de amarillo porque aunque pareció frenar no hizo lo suficiente.

Importantísimo Evenepoel. No es extraño que en una etapa como la de este domingo llegase con los mejores, porque en este tipo de recorridos si no está al nivel de los otros dos, sí muy cerca. El verdadero momento para saber si puede aspirar no a ganar el Tour pero sí a ser tercero será la cuarta etapa, mañana en el Galibier. Si pasa la jornada bien, en la contrarreloj será un hombre muy a tener en cuenta y le puede favorecer si supera esta primera etapa de gran montaña, donde no está a la altura de Vingegaard y Pogacar y de dos o tres más que ahora tiene por detrás. Me alegro por Carapaz, que no es tan segurola como otros. Es valiente y de los que puede cambiar cosas. Él, sabiéndose inferior, tiene nivel para dar juego. Roglic fue un poco la decepción del día, pero tampoco hay que darle más importancia. El resto, según el guion previsto.

La etapa fue para Vauquelin, que da a su equipo un triunfo muy, muy importante. El Arkea aprovechó muy bien la ventaja de llevar a dos corredores en la escapada. Cristian Rodríguez estuvo perfecto y la estrategia del equipo fue redonda, demostrando que moverse bien en la carrera puede propiciar que sucedan cosas.

Dos etapas y dos victorias francesas, se ve que la pasta italiana les ha sentado bien. Recuerdo que cuando nosotros íbamos a Francia, allá por 1997, siempre llevábamos nosotros la pasta. Y al Tour, también un cocinero. Giorgio Furlan siempre se enfadaba cuando nos ponían pasta por ahí. 'Estos franceses no saben hacer ni unos miserables espaguetis', solía quejarse. En aquella época el tema de la nutrición no estaba tan desarrollado como ahora y muchas veces comías lo que te preparaban en el hotel de turno y ya está. En el equipo Gewiss nos llevábamos la pasta, y también el parmesano, para prepararla al dente como dios manda. Yo aprendí a comer pasta en Italia y cada vez que volvía a casa traía la maleta llena.

Este lunes la carrera sigue en Italia y todo indica que veremos el primer sprint. Philipsen es el favorito, aunque a Pedersen se le ve bien. Sin embargo, Arnaud de Lie es mi apuesta para este lunes a la espera del punto de inflexión de Galibier. Volvemos al Tour de los últimos años y está muy, muy emocionante.