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Vingegaard ha vuelto del infierno al cielo y sus lágrimas reflejan el duro camino que ha recorrido, el sacrificio y la tenacidad de un campeón; pocas veces significa tanto una victoria
Jon Odriozola
Jueves, 11 de julio 2024, 20:18
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Jon Odriozola
Jueves, 11 de julio 2024, 20:18
Vingegaard ha vuelto desde el infierno al cielo. Sus lágrimas reflejaban el duro camino que ha recorrido, todo lo que ha tenido que pasar, el sacrificio y la tenacidad de un campéon. Pocas veces significa tanto una victoria. Más que un golpe moral, el triunfo ... es el regreso de Vingegaard, el vencedor de los dos Tours anteriores.
Los detalles. Etapa de 211 kilómetros. Vingegaard es un corredor de fondo. El danés demostró inteligencia, que aprende de cada momento. En el Galibier cedió ocho segundos en la cima, pero la pérdida mayor la sufrió por la explosividad de Pogacar. Ayer fue más inteligente. No quiso reventar porque ya ha visto que no puede salir a la arrancada de Pogacar ya que carece de su chispa. Prefirió ir a su ritmo, a base de constancia y tenaciddad. Sabía que le tocaba a él liderar el segundo grupo. Más que recuperrar treinta segundos, recuperó la confianza para sentirse casi el favorito al triunfo en este Tour.
Se volvieron a constatar sus dificultades en las bajadas. Siempre había sido un corredor que arriesgaba mucho y que nos hacía pasar nervios por ello. Es comprensible después de la caída de la Itzulia. Ayer fue la segunda etapa en la que Pogacar le sacó ventaja en descensos y el esloveno se ha dado cuenta de ello. Ahora mismo, tiene más fácil sacar diferencias arriesgando en las bajadas, una vez que ha visto la debilidad del rival.
Destacaría a Pogacar, que es un gran campeón. Es el corredor de más clase del ciclismo y va a mejorar todas las marcas en todas las carreras... menos en el Tour, porque se ha encontrado con un corredor que a base de tenacidad, fortaleza y confianza en sí mismo es más favorito que él.
Mantiene intactas su opciones pero el UAE tendrá que cambiar de estrategia. Ayer, en una llegada que de cien veces que se haga 99 las gana Pogacar, Vingegaard fue capaz de superarle. Eso demuestra quién llegó más fuerte, quién recupera mejor y quién leyó mejor la carrera. Ha llegado desde el infierno a decirle que es el Vingegaard de los años anteriores. Me lo esperaba, pero un poco más adelante.
Esto puede ser mejor para Pogacar y su equipo, porque pese a llevar el amarillo pueden jugar como si fueran el segundo en la clasificación. Con Ayuso, Yates y sobre todo Almeida pueden cambiar la carrera. Tienen capacidad de hacer daño al Visma, que es más débil que años anteriores. Sigo viendo la carrera muy abierta. Pogacar es Pogacar y tiene las mismas posibilidades de ganar, pero necesita una estrategia diferente y no correr como si fuera el líder indiscutible.
Evenepoel estuvo sobresaliente. Sabe a qué juega y es inteligente. Sigo pensando que tendrá un día malo, pero ojalá me equivoque. Chapeau para Roglic, aunque sigue pagando su talón de Aquiles, las caídas. Le veo en la lucha por el podio, como a Carlos Rodríguez, aunque perdió más de la cuenta. Queda mucho Tour y vamos a ver la lucha de dos titanes.
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