Jonas Vingegaard confiesa lo que sintió con su caída en la Itzulia: «Pensé que iba a morir»

«Pensé que me moría», ha señalado el danés de forma clara y concisa. «Fue tan grave que pensé que iba a morir. Y si sobrevivía, pensé en dejar de montar en bicicleta», ha añadido. La caída fue muy fuerte y el danés acabó ingresado en el Hospital de Txagorritxu con varias costillas y una clavícula rotas, una contusión pulmonar y un neumotórax. Lesiones que pusieron en seria duda su participación en el Tour de Francia. «Trine (su mujer) también pensó que iba a morir, pero ahora hemos podido pasar página. Pensé que nunca podía pasarme algo así, ya que siempre pude evitar estas caídas y frenar a tiempo», señalaba Vingegaard.

Su familia ha sido vital en este proceso de recuperación, así como sus compañeros Wout Van Aert y Christophe Laporte que «me han ayudado a poner mis límites a prueba en el descenso». Eso sí, reconoce que «ahora soy más cauto y pienso más cuándo arriesgar». El danés ha llegado bastante justo al inicio del Tour de Francia, aunque confía seguir tomando el pulso a la carrera y avanzando de cara a las últimas semanas.

Otro de los temas de interés de la comparecencia de Vingegaard ha sido la batalla abierta tras la etapa del 'sterrato' de este domingo. El líder, Tadej Pogacar, y el segundo clasificado, Remco Evenepoel, no dudaron en mostrar su malestar con el tercero en discordia, Jonas Vingegaard, por lo que denominaron falta de valentía del corredor danés para pasar al relevo y sacar más diferencias en la general cuando los tres se encontraron inmersos en uno de los cortes del día.

«A veces hay que echarle huevos», declaraba Evenepoel al final de la etapa en referencia al papel de Vingegaard. «Estábamos los tres favoritos con 40 segundos de ventaja. Si hubiéramos seguido, enlazamos con el grupo de cabeza y habría sido letal», explicaba el ciclista belga. «Creo que Vingegaard me tiene miedo», reprochaba por su parte Pogacar, que añadía que «Visma va a por mí, no comprendo mucho su táctica», añadió el reciente ganador del Giro de Italia.

Vingegaard guardó silencio el domingo, pero en esta primera jornada de descanso, el líder del equipo Visma ha sido preguntado por esta cuestión en una rueda de prensa con distintos medios. «¿Falta de huevos? Si hago setenta kilómetros con ellos dos y luego me sueltan en los últimos kilómetros, entonces mi Tour podría estar acabado», ha explicado el doble ganador de la ronda francesa.

El ciclista danés, que se encuentra a un minuto y quince segundos del líder Pogacar, no duda en admitir que la de ayer era «una táctica a la defensiva. Es nuestra estrategia, puede que la gente no lo entienda. Es su problema», añadía Vingegaard. El líder de Visma espera seguir creciendo a medida que avancen las etapas del Tour y afirma sentirse «cada vez mejor».