Grandeza

Mientras, UAE pletórico esteriliza sus dudas con una gran victoria. Para ellos y para nosotros, menudo Tour nos espera.

Tourmalet una vez más no ha defraudado. Es el puerto más ascendido en esta carrera con un total de 86 veces. La grandeza de esta montaña va mucho mas allá que su cultura y romanticismo ciclista. Poesía pura sobre dos ruedas. Pocos lugares con tanta inspiración ciclista podremos encontrar en el planeta. Desde mi paso en competición como de manera cicloturista siempre he salido embriagado de historia. Puedo decir que yo estaba en la cima del Tourmalet al paso del grupo y previo ataque de Miguel Induráin en busca de su primer Tour. Puedo decir que yo me jugué una etapa al sprint contra Armstrong en La Mongie. Puedo decir que este fue el primer puerto de montaña que subí con mi hijo Markel.

Como ven, si para mí es especial, entiendo perfectamente al que se le saltan las lágrimas mientras espera su turno para sacarse la foto en el cartel de la cima. He de confesar que he pasado horas sentado en el pretil de la cima contemplando el valle de Luz.

No sé si las letras, en verso o en prosa, en 4.40, o en que formato pero en esta cima los acordes salen solos. Ayer esa banda sonora volvió a sonar mientras el gran grupo la tarareaba. Mensaje de poderío que nos tiene abducidos a la totalidad de los aficionados.

Hoy no sé que pasará, tampoco vamos a ponerle diques al mar. Como dice uno de mis grupos favoritos de música, Sidecars, 'y que pase lo que tenga que pasar'.

Si en algo puedo romper mi neutralidad es en lo que respecta a Carlos Rodriguez. Con Carlos me ocurre exactamente lo mismo que me ocurrió con Pello Bilbao. Admiración tanto en lo deportivo como en lo personal. Carlos debuta en el Tour y ya es quinto en la general. Solo tengo que remontarme 23 años para valorar que a mí me ocurrió exactamente lo mismo. Tenía un buen amigo que siempre me decía que nunca había valorado en su medida lo que había conseguido. La literatura de este Grand Départ me ha aportado datos que, es cierto, habían pasado de puntillas por mi deposito de autoestima. Nunca es tarde para recordar. Mi carrera deportiva ya terminó, el Joseba Beloki ciclista ya se jubiló y ahora como Joseba las cosas son de otra manera. Eso no quita para que un baño de recuerdos y añoranza terse una piel demasiado fina cuando hablamos del Tour. Mongie siempre será especial para mí.