Pedersen celebra su triunfo el sábado en Limoges. AFP
La voz de la experiencia

Puy de Dôme

Tour de Francia ·

El Tour llega este domingo a una cima mítica, desbordada de historia y con cinco kilómetros finales muy muy duros

Por fin llega Puy de Dôme. Dentro de mi síntesis técnica de esta edición del Tour la catalogo como fin del primer ciclo. Cerrojazo a una semana muy intensa donde el desgaste ha sido mayúsculo, Grand Depart, unos Pirineos 'diferentes' pero determinantes y hoy, final ... en una llegada complicada y desbordada de historia.

Publicidad

Cuando en la presentación de esta edición se hizo público el final de etapa automáticamente mi cabeza rebobinó al año 1988, Perico, Marino y los rock stars del PDM. Dos holandeses altos y finos, con más pinta de ser integrantes de la banda 'Europe' que de ser ciclistas pero que a pico y pala se aferraban a los primeros puestos de la general.

Uno, que es un poco friki, no dudó en volver a ver la ascensión en Youtube. Se lo recomiendo, no tiene desperdicio. Sobre todo lo digo porque así como hay cimas como Tourmalet, Alpe d'Huez... que casi casi nos las sabemos de memoria con Puy de Dôme la historia ha sido injusta. La gente sabe que existe pero no se toca.

Una ascensión, la de 1988, donde gracias a una fuga, Johnny Weltz (Fagor) consiguió la victoria. En el grupo de favoritos Chozas y Marino, cómo no, fueron protagonistas hasta que Perico a ritmo constante les terminó de dar la muerte a plazos. Esto en cuanto a resultado deportivo.

Publicidad

La parte histórica que hace que esta subida sea especial y que tanto ha marcado en la historia del ciclismo la delego en otros. Unas pinceladas: Bahamontes, Ocaña, el puñetazo a Merckx, el egocentrismo de Bahamontes... Ahí lo dejo. Como nota, nunca se me olvidará como todo un presidente de la Unión Ciclista Internacional lloraba, emocionado, en los micrófonos de RTVE agradeciendo al público francés el trato dado a Perico tras su affaire.

En cuanto a lo técnico podemos catalogarlo como un puerto duro, dividido en tres fases. Una primera con una dureza relativa, una segunda que la podríamos denominar como la parte noble y una tercera con cinco kilómetros muy muy duros. Así resumido, a alguien le puede venir la cabeza Marie Blanque. Yo pienso que este es más duro.

Publicidad

La lucha por el amarillo se encuentra ahora mismo más en una encrucijada psicológica que física. La igualdad entre Pogacar y Vingegaard es máxima. Jumbo va a jugar al desgaste, no es hoy una etapa fácil para hacerlo, pero lo intentarán. Matxin mete a Yates en el tablero, una ficha importantísima para el esloveno. Nadie tiene dudas de que cuanto más arriba lleve controlada la carrera más partido puede sacar a su explosividad.

Alguien de vosotros me escribía pidiéndome opinión sobre Mikel Landa. Es cierto que hasta hoy no he hecho referencia a Mikel, no por nada. En mi predicción, el Tour de Mikel debería comenzar en la segunda parte. En unas declaraciones antes del Grand Départ ya comenté que no veía a Mikel en el podio. El podio de este año es un podio muy caro. Dos corredores ya fijos y un grupo muy marcado de aspirantes. Las opciones de Mikel para meterse en el top-5 pasaba por aprovechar movimientos de lejos, donde la carrera está mucho más abierta. El control de UAE y Jumbo no va a ser eterno y quienes tengan la fortuna y fuerza para aprovecharlo pueden sacar un importante botín. Ayer perdió un tiempo interesante pero en el Tour nunca se sabe, que se lo digan a O'Connor.

Publicidad

Igual es el año que más cerca puede tener una victoria de etapa. Tengo esperanzas tanto en él como en Pello Bilbao. La experiencia es un grado en el Tour y nuestros corredores la tienen de sobra.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete los 2 primeros meses gratis

Publicidad