Jonas Vingegaard logró un triunfo indiscutible en 2022, pero el consenso general entendió que el danés fue la pieza que coronó la gran obra colectiva del Jumbo. Aquel Tour se interpretó como un triunfo coral, colectivo, y que su equipo colocó a Vingegaard en lo ... más alto del podio de París en calidad de mejor solista.
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En ese sentido, el triunfo de 2023 ha sido de más categoría. Ha corrido como líder desde el primer día y ha impuesto su autoridad sin dejar ningún resquicio, más allá del inesperado contraataque de Pogacar que encajó en Cauterets.
Vingegaard se ha reivindicado como líder, dejando atrás la tentación de ser visto como el peón más cualificado de una estrategia más amplia. Ha vuelto a contar con un equipazo a su lado, pero su actuación ha tenido el sello personal de los campeones, sin lugar a dudas.
El año pasado, tras ganar el Tour reconoció que el peso de la victoria le había afectado en lo psicológico. Pasó un tiempo sin correr y se llegó a hablar de problemas serios, que él desmintió y aclaró que simplemente se había sentido abrumado por la dimensión de su éxito.
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La forma en que ha ganado este Tour demuestra que dijo la verdad. Ha soportado todo el peso del favoritismo con calma, sin dar muestras de sufrir con la presión que supone ser el maillot amarillo. El año pasado ganó el Tour y este además ha ganado la condición de campeón. El momento que deja para el recuerdo es su triunfo en la contrarreloj. Ha sido una victoria de alta calidad.
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