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Iñaki Izquierdo
Sábado, 13 de julio 2024, 08:18
Desde la ventana de su hotel en Agen, Primoz Roglic (Bora) vio al Tour partir hacia Pau. Decir Pau es decir Pirineos. La carrera ha visitado la ciudad en 75 ediciones, solo superada París (110) y Burdeos (81). Roglic contempló cómo se alejaban sus compañeros ... después de que el reconocimiento médico de la mañana confirmara los malos augurios del que pasó el jueves por la noche. El esloveno no está en condiciones de subirse a la bici y decide «centrarse en nuevos objetivos». Se esfuma el sueño amarillo del ciclista y el Tour pierde a uno de sus senadores.
Para que la escena hubiera tenido toda la melancolía que merecía la ocasión, gotas de agua de lluvia caídas de negras nubes tendrían que haberse deslizado por el cristal de la ventana. Pero hace sol en Agen. El cielo sonríe, el Tour de Francia sigue adelante, el espectáculo continúa. No importa que el sexto de la general diga adiós. Show must go on!
Sí se puso el dorsal –el 13 al revés, como cada día– Juan Ayuso (UAE), con la idea de alcanzar Pau como fuera para tratar de reposar y recuperarse antes de afrontar los Pirineos desde hoy. Pero el Tour es el peor lugar del mundo para reponerse de un problema. En el caso del alicantino, del Covid. No se le da la vuelta al cuerpo pedaleando a 50 por hora limando las cunetas. El Tour es inmisericorde. El noveno de la general puso pie a tierra aún muy lejos de Pau, en un recodo de la carretera desde donde todavía no se divisaban los Pirineos.
En pocas horas, la carrera pierde a uno de sus favoritos y a uno de los gregarios de lujo del lider, pero no se mira hacia atrás. SinRoglic, sin Ayuso y con medio pelotón desperdigado por las carreteras comarcales bearnesas después de una etapa frenética. Fatal para descansar y presentarse con un punto de frescura al pie del Tourmalet. La carrera, sin acordarse de nadie, llegó a Pau, donde ganó Philipsen (Alpecin). Hoy comienza la segunda parte del Tour, la de la verdad.
El contacto con los Pirineos se establecerá con el Tourmalet, el puerto más mítico del Tour de Francia, el que más veces se ha subido en la historia (84). Este año se escala por Luz-Saint-Sauveur y se trata de un coloso de 19 kilómetros al 7,4% de pendiente media, con lo más duro al final. A continuación se subirá la Hourquette d'Anzizan, cuya primera parte, hasta el lago de Payole, es la misma que el Aspin. Es un puerto llevadero, antes de bajar a Saint-Lary para acometer la ascensión final a Pla d'Adet, de 10,6 kilómetros al 7,9%, con un inicio explosivo.
Mañana, la segunda etapa pirenaica también acumula dureza. Con el Peyresourde, Menté y Portet d'Aspet en los primeros 65 kilómetros, la carrera se dirigirá a un final complicado en los últimos 70. Se enlazan dos puertos muy constantes en sus porcentajes, exigentes: el col d'Agnes (diez kilómetros al 8,2%) y Plateau de Beille (15,8 al 7,9%), donde estará colocada la meta.
Carrera nueva
La llegada de los Pirineos marca el inicio de un nuevo Tour, con la alta montaña, los puertos interminables. Hasta el momento, los esfuerzos explosivos han sido los que han marcado las diferencias, pero estas montañas exigen corredores de largo aliento. Por la vertiente que se sube hoy, el récord del Tourmalet lo tiene Thibaut Pinot con 51:13, el día que ganó la etapa en su cima en 2019.
No es lo mismo un esfuerzo de una hora que de quince o veinte minutos, aunque con Pocagar (UAE) y Vingegaard (Visma) cualquier norma carece de valor, porque desafían todos los esquemas. Sin ir más lejos, el año pasado pulverizaron el récord de la otra vertiente, la de Sainte-Marie-de-Campan, vigente desde los tiempos de Rominger. Todos los terrenos les favorecen. Para quien sí será una prueba de fuego es para Evenepoel (Soudal), cuya consistencia en la alta montaña está aún por demostrar y que puede empezar a sentir la presión de Carlos Rodríguez (Ineos), atleta de fondo que llega a su terreno. Con el abandono de Roglic, Mikel Landa (Soudal) pasa a ser sexto, pero lejos del podio (a 5:38) que cierra Vingegaard (a 1:14).
No lejos de Lourdes, el Tourmalet es un lugar de peregrinación. Para más de uno será de penitencia.
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