Vingegaard salió a rodar en la jornada de descanso. JUMBO
Tour de Francia

Vingegaard aventaja en 110 metros a Pogacar

La diferencia entre los dos aspirantes a ganar el Tour se ha reducido de 14 a 10 segundos en la segunda semana de carrera antes de la contrarreloj de este martes

Joseba Lezeta

San Sebastián

Martes, 18 de julio 2023, 02:00

Catorce segundos separaban a Jonas Vingegaard de Tadej Pogacar el primer día de descanso en Clermont-Ferrand. Un suspiro. Los dos se habían dejado ver en las etapas vascas, en el Marie Blanque, en el Tourmalet y en el Puy-de-Dôme. Todo en ... el aire. Una semana después, con buena parte de las etapas alpinas cubiertas y con el Joux Plane coronado, la diferencia es todavía menor: diez segundos. Una nimiedad cuando quedan seis etapas hasta París. La primera hoy, una contrarreloj de 22,4 kilómetros.

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Supongamos que Vingegaard pedalea sobre su bicicleta a una velocidad de 40 km/hora. La distancia sobre Pogacar después de quince jornadas de carrera es de solamente 110 metros. El esloveno le ha recortado 45 en las seis últimas etapas. Lo tiene ante los ojos, pero de momento no le echa el lazo.

Estaba más lejos, a 53 segundos, en la llegada a Laruns a la conclusión del primer asalto pirenaico, engañoso según se ha demostrado a la postre. Vingegaard no es tan superior a Pogacar como invitó a pensar aquel día. Predomina el equilibrio.

La renta de diez segundos figuran entre las más cortas obtenidas por un líder del Tour de Francia a estas alturas de la carrera. Sin embargo, no es la más pequeña de las veinticuatro últimas ediciones, las disputadas a partir de 2000. Tal honor le corresponde a los siete segundos que mantenía Frank Schleck sobre Bernhard Kohl en la edición de 2008, hace quince años. Curiosamente, no ganó ninguno de los dos. El luxemburgués cayó hasta la quinta plaza en la clasificación general. El alemán del Gerolsteiner, si bien subió al podio en los Campos Elíseos, fue descalificado por dopaje.

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Como ahora, Floyd Landis llevaba diez segundos de adelanto respecto a Óscar Pereiro en 2006. El gallegó recuperó el maillot amarillo en la siguiente etapa, la decimosexta, para cederlo en la penúltima, en la contrarreloj. De nuevo se hizo con la prenda el estadounidense, quien se coronó en París... antes de destaparse su positivo por dopaje.

Desde 2000 únicamente en cinco ocasiones el primer clasificado a la conclusión de la decimoquinta etapa ha dispuesto de una ventaja inferior al minuto. Solo en una, en 2017, el líder se alzó con la victoria absoluta. Frank Schleck en 2008 y Primoz Roglic en 2020, este a manos del propio Pogacar, lo perdieron sobre la carretera. Sendos positivos arrebataron a Landis en 2006 y a Contador en 2010 lo que ya habían celebrado por todo lo alto en París.

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La ventaja más amplia en este recuento corresponde a Lance Armstrong en 2000. Había distanciado en más de siete minutos a Ullrich antes de entrar en la última semana. El 7:26 entre ambos sentenciaba la carrera, salvo accidente. Camino de la capital francesa, el alemán limó su desventaja hasta dejarla en 6:02. Aquel triunfo quedó posteriormente borrado del historial de la Grande Boucle tras descubrirse la red de dopaje de Armstrong y su equipo, entonces US Postal.

También es menor a diez segundos la diferencia de ocho con la que Greg Lemond culminó la remontada de 1989 sobre Laurent Fignon, para quien resultaron insuficientes los 50 con los que partió en la crono del último día. Solo en diez ediciones el vencedor final se ha impuesto con menos de un minuto sobre el segundo clasificado.

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Tres etapas clave

Dada la igualdad observada entre Vingegaard y Pogacar, resulta complicado pronosticar qué puede suceder en las seis etapas que restan. Tres de ellas se presumen fundamentales para aumentar la renta del danés, para recortarla o para que el esloveno dé un vuelco a la clasificación general.

Resultaría curioso que una de las ediciones más montañosas de la historia quedara vista para sentencia hoy en su única contrarreloj, de 22.4 kilómetros entre Passy y Combloux. Christian Prudhomme, director del Tour, anuncia que «favorece a los escaladores que se defienden bien en la lucha contra las manecillas del reloj». Desde ese punto de vista no beneficia ni a Pogacar ni a Vingegaard porque ambos contrarrelojean bien y son los mejores cuando la carretera se eleva.

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La côte de Domancy, cuya cima se encuentra a tres kilómetros y medio de la llegada, está unida para siempre al Mundial de Sallanches de 1980, ganado en solitario por Bernard Hinault bajo el frío y la lluvia. Superaron casi 6.000 metros de desnivel. Para muchos es el más duro de la historia. La plata fue para Baronchelli y el bronce se lo colgó Juan Fernández. Acabaron... quince corredores. Sí, quince.

Este miércoles volverán la alta montaña y los Alpes con un puerto de segunda categoría (Longefoy), dos de primera (Saisies y Cormet de Roselend) y uno fuera de categoría (Loze), desde cuya cumbre situada a 2.304 metros de altitud restarán seis y medio hasta la línea de meta en Courchevel.

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El col de la Loze es una eterna ascensión de 28,1 kilómetros de longitud y una pendiente media del 6% que no baja del 9% en los cinco últimos. Dentro de ese tramo, cerca ya de la cumbre, tiene rampas del 24%. Culminado el descenso, la cuesta hacia el altipuerto de Courchevel es pronunciada con porcentajes del 18% en uno de los muros.

Presenta terreno de sobra para atacar. Ahora bien, el resultado de la crono establecerá quién debe lanzarse a la ofensiva y quién defender. También añadirá o restará valor a las bonificaciones a repartir hasta el domingo.

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Tanto la contrarreloj como la última jornada alpina menguarán unas fuerzas que el sábado volverá a poner a prueba la penúltima etapa, una sucesión de altos en los Vosgos. El Ballon de Alsacia (11,5 kilómetros al 5,2%) y el Petit Ballon (9,3 km. al 8,1%), que no tiene nada de pequeño, llegaron al Tour de Francia hace muchos años.

El col de Platzerwasel (7,1 km. al 8,4%) tiene menos nombre pero tanta o más pendiente que los anteriores. La sucesión de esfuerzos pasará factura. Los organizadores de la ronda gala sueñan seguramente con un duelo Vingegaard-Pogacar en esa ascensión. Lo único seguro es que solo ganará uno.

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Dos segundos a favor de Pogacar en la suma de cuatro cronos

Los resultados de las contrarreloj del Tour en las que se han enfrentado corroboran la igualdad entre Vingegaard y Pogacar. La diferencia entre ambos en las cuatro disputadas los dos últimos años ha sido de... dos segundos a favor del esloveno. En 2022, Pogacar aventajó en ocho a Vingegaard sobre los 13,2 kilómetros de Copenhage. La diferencia fue la misma, pero a favor del danés, en los 40,7 de Rocamadour. En 2021, el ciclista de UAE sacó 27 en los 27,2 kilómetros de Laval al de Jumbo, que le restó 25 en los 30,8 camino de Saint-Émilion.

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