Vingegaard, tenaz: «Si estoy aquí, no es para ser segundo»

Quedan seis días de carrera. Confiesa el danés que «estoy contento y orgulloso de la manera en la que hemos corrido el equipo y yo. Lo repito. Mi rendimiento en la etapa del domingo, con final en Plateau de Beille, es el mejor de toda mi trayectoria como ciclista. Por lo tanto, no puedo estar decepcionado. Tadej estuvo mejor y merecía ganar».

Vingegaard también es consciente de la calidad que atesora el actual maillot amarillo del Tour. «No me sorprende el nivel que ha dado Pogacar. Es verdad que el domingo estuve mejor que nunca, pero cuando alguien es superior no queda otra que aceptarlo. Esto es lo que ha pasado hasta el momento. Espero que cambie la tendencia en la tercera semana».

Volverá a probarlo. No se conforma. «Estoy convencido de que es posible hacer algo e intentar que cambie el desarrollo de la prueba. No voy a conformarme. Lucharé por el maillot amarillo. Tadej está muy fuerte, pero en ediciones anteriores ha tenido algún mal día. Puede ser que vuelva a ocurrir». Nunca se sabe.

El aspecto psicológico es fundamental cuando alguien plantea ofensivas de este calibre. «Sigo con energía y nunca me he venido abajo mentalmente. Ya el año pasado nuestro plan no funcionó una o dos veces, lo que no impidió que siguiéramos creyendo en lo que hacíamos. Tengo mucha fe».

Su reacción ante la doble demostración de Pogacar en los Pirineos no es plegar velas y dedicarse a defender la segunda plaza de un posible ataque de Evenepoel, a quien precede en la clasificación general. «Remco está muy, muy fuerte. Lo ha demostrado tanto el sábado como el domingo. Pero si soy honesto, prefiero atacar a Tadej que estar pendiente de quienes están por detrás en la clasificación».

Remco Evenepoel, al contrario de lo que declara Jonas Vingegaard, sí tiene un ojo puesto en los rivales que amenazan su tercera plaza y, en consecuencia, el podio. «Soy consciente de que dispongo de 5:35 de ventaja sobre el cuarto, Almeida. Puedo lanzarme a por una victoria de etapa, pero antepongo conservar el puesto en el podio de París. Vine para conseguir una victoria de etapa. Ya la tengo. Si acabo tercero en la general de mi primer Tour, habré cumplido un sueño».

Si bien restan aún seis etapas, Evenepoel extrae ya conclusiones sobre su comportamiento en la carrera. «El Tour es la prueba más estresante de la temporada, por lo que me satisface haber estado atento en todo momento y haber gestionado ese nerviosismo permanente. No me pillaron descolocado ni en la jornada de las carreteras blancas, en Troyes, ni el día de los abanicos camino de Pau».

«La segunda semana se ha corrido muy rápido y ha sido dura de verdad, lo que ha elevado el grado de fatiga», avisa el belga. «Ahora estoy concentrado en las etapas con final en alto, el jueves en Isola 2.000 y el viernes en el Col de la Couillole».

Conoce recorridos que ha tenido tiempo y ocasión de inspeccionar. «Hay diferencia en el tipo de asfalto, más rugoso en los Pirineos que en esa zona de los Alpes y de Niza. Haber visto las carreteras da una tranquilidad suplementaria. He reconocido dos veces el encadenamiento del Turini, La Comiane y La Couillole. Y he completado el circuito de la contrarreloj final de Niza en tres ocasiones. Por cierto, se asemeja mucho a una jornada de montaña. Solo ocho de los 33,7 kilómetros son llanos, por lo que el tramo que me favorece por potencia y aerodinámica es más bien corto».

El belga Maxim van Gils (Lotto Dstny) no tomará la salida tras dar positivo por covid. El belga es el tercer corredor que abandona por este motivo. Su nombre se une a los de Juan Ayuso y Tom Pidcock.

Romain Gregoire, ganador de una etapa en la última Itzulia, seguirá tres años más en el Groupama tras el acuerdo de renovación alcanzado con su equipo.