No le gusta la silla caliente

Dobló Roglic a Enric Mas a 200 metros de la llegada. Un borrón para el mallorquín, y eso que completó una buena crono. No es agradable. Si te alcanzan a mitad de recorrido, puedes aprovechar algo de la estela, pero en este caso ni eso.

La última semana ha arreglado una Vuelta que los últimos años se caracterizaba por las etapas cortas y que en esta edición ha tenido muchas jornadas largas. Desde que la carrera llegó a Asturias las tardes se me han pasado más rápido en comparación con los quince primeros días. La lucha por las etapas y por entrar en el podio ha compensado la falta de incertidumbre en cuanto al vencedor final. El triunfo de Roglic estaba cantado.

Esperaba más de un Movistar que ha acabado como el rosario de la aurora. Aunque Superman López haya pedido disculpas, el mal está hecho. Traerá cola. Es fácil decir 'no contamos contigo', pero el colombiano es un corredor importante en la plantilla, una apuesta para otros dos años, y hay que tomar las decisiones en frío. El efectivo de Eusebio Unzue no anda sobrado de corredores de ese nivel.

El ciclismo vasco no ha tenido una buena Vuelta. La mayoría, no todos, se han tenido que conformar con la compostelana, el diploma que acredita a los peregrinos haber llegado a Santiago. El buen inicio, obra de Aranburu, se diluyó con el paso de los días. En el caso de Landa, habrá que prorrogar la esperanza de que se alineen todos los astros. Y por lo demás toca esperar a que los jóvenes tomen el relevo de nuestra gente veterana. Ley de vida.