De menú, chuleta

Como ciclista de Banesto siempre celebrábamos el final de la Vuelta en el restaurante Txistu, a donde también acudían nuestras parejas y el resto de las personas de la estructura del equipo, que se unían a esa fiesta. Hoy, la mayoría de los equipos también lo hacen. ¡Qué buenos recuerdos! Esa noche no cenábamos macarrones, precisamente. ¡Qué hartada de chuleta! Pero seguro que no todos han terminado con buen sabor de boca con lo que han hecho en esta Vuelta.

A la hora del balance, veo muchos suspensos, pero me voy a quedar con los sobresalientes. Marc Soler y Wout van Aert merecen una mención especial, por su combatividad y sus buenos triunfos. Kaden Groves ha sido el más rápido, pero me quedo con el Kern Pharma. Pablo Castrillo y Urko Berrade han sido sus líderes, pero el verdadero protagonista ha sido el equipo, sacando los colores al muchas formaciones World Tour.

En cuanto a los vascos, Berrade y el Kern Pharma –que más que de sobresaliente han estado de matrícula de honor– y poco más.

Gracias a Roglic se salva la Vuelta, que sin él habría sido descafeinada. O'Connor es el único que le ha dado emoción y ha intentado modificar el guion con su escapada y sus días de maillot rojo. Ha tenido el premio merecido de acabar segundo.

Roglic seguro que celebra por todo lo alto esta victoria en la Vuelta. Apostaría que se come una buena chuleta. Bueno, no, cuatro chuletas.