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Los 40 minutos de adelanto sobre el horario previsto con los que llegó la etapa a El Barraco no vinieron mal a los equipos, que ... pudieron anticipar algo el largo viaje por carretera desde Ávila a Cantabria, donde hoy disfrutará del segundo día de descanso toda la caravana de la Vuelta. No hubo un traslado colectivo a cargo de la organización, como a veces sucede en el Tour, sino que cada formación diseñó su desplazamiento, la mayoría en los coches del equipo para agilizar y llegar antes que si se hacía en los autocares, que, eso sí, fueron de gran utilidad en la meta para que los ciclistas pudieran asearse y cambiarse sin perder tiempo para acometer los 400 kilómetros de carretera.
Con los abandonos en la etapa de ayer de Jhonatan Narváez (Ineos), Kiel Reijnen (Trek) y Jonathan Caicedo (EF), quedan 161 corredores en liza, de los 184 que iniciaron la Vuelta en Burgos. De los guipuzcoanos, se ha registrado el abandono por caída del ezkiotarra Alex Aranburu (Astana), mientras siguen en liza los hermanos Ion y Gorka Izagirre, Aritz Bagües (Caja Rural), Mikel Iturria y Xabier Mikel Azparren, ambos del Euskaltel.
El dispositivo para trasladar a todos los corredores de la Vuelta desde Ávila a Cantabria resultó importante, pero todos los equipos prefirieron hacer el viaje ayer para poder disfrutar hoy de la jornada de descanso al completo, antes de una semana final muy exigente, con tres llegadas en alto y la contrarreloj final de 34 kilómetros en Santiago de Compostela.
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