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El Movistar afronta una Vuelta muy importante para sus intereses, en la que se moverá en dos claves: la gira de despedida de Alejandro Valverde y la reaparición de Enric Mas tras su abandono del Tour, bloqueado por su miedo en los descensos. El balear, ayer en Utrecht, quiso ser prudente: «Hice un reseteado después del Tour y ahora me encuentro dispuesto a afrontar el día a día en la Vuelta. Vamos a ver cómo respondo. Llego más o menos bien, con poco margen respecto al Tour, pero la Vuelta es larga. Espero que vaya bien, la situación personal no hace mucho que ha pasado, no ha habido mucho tiempo para recuperar, pero vengo motivado. Me falta bastante para ser el Enric de antes».
El Movistar vestirá de blanco con un maillot en homenaje a Valverde, con recuerdo a sus mejores victorias. Ayer, el murciano, pese a ello, prefirió rebajar las expectativas sobre su figura: «Para mí un buen resultado sería que acompañe la salud, que no haya caídas, y si luego puedo gano una etapa ya sería la leche, seria muy bonito. La idea es ayudar al equipo».
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Un Enric Mas al nivel del año pasado, segundo tras Roglic, debería ser un claro favorito, pero todo son dudas. «Le he aconsejado –dijo Valverde en Utrecht– que esté tranquilo, tiene buena forma física y clase».
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