Pablo Castrillo, el nuevo héroe de la Vuelta a España

Pablo Castrillo volvió a exhibirse y lo hizo en un escenario, el Cuitu Negru y sus rampas del 24%, que asustaba y ante unos adversarios, Aleksandr Vlasov y Pavel Sivakov, que podían llegar a intimidar aún más. Pero el corredor de 23 años de Jaca, vencedor el jueves en Manzaneda, no se amilanó. A base de fuerza, tanto en sus piernas como en su mente, firmó otra gesta para dar al Kern Pharma, equipo de la segunda categoría –la misma que Euskaltel-Euskadi o Caja Rural– su segundo triunfo en la Vuelta a España. Los resultados son la guinda a la ya excelente carrera que estaban completando, con presencia en los momentos importantes de las etapas.

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La velocidad este domingo fue altísima desde el comienzo de la jornada y el recorrido, con una doble ascensión al Alto de la Colladiella, de primera categoría, y la cota de Santo Emiliano, de tercera, fue propicio para desatar una guerra de guerrillas. Se infiltraron en un grupo muy grande corredores de la talla de Marc Soler, Pavel Sivakov, Jay Vine, Aleksandr Vlasov, George Bennett, Daniel Felipe Martínez o Pablo Castrillo, al que hay que incluirlo ya en ese tipo de grupos selectos. Por primera vez desde que el Decathlon cogió el liderato, el equipo francés decidió romper su unidad y mandó a Bruno Armirail a la escapada, aunque no jugó ningún rol importante porque fue cazado.

El UAE trató de repetir la jugada que tan bien le salió con Yates en Granada y el objetivo con Pavel Sivakov era doble: intentar ganar la etapa y que eso sirviera para meter al francés, que ya demostró en la Clásica de San Sebastián un gran estado de forma, entre los mejores de la general. Pero si Marc Soler se encontró el jueves con las súper piernas de Castrillo, este domingo le tocó claudicar antes ellas a Sivakov. No tuvo nada que hacer.

El del UAE se quedó con Vlasov y el jacetano en cabeza y la victoria estaba delante a pesar del empeño del Soudal durante todo el día por no dejar que la escapada cogiera distancia. La fuga comenzó el puerto final de Pajares con tres minutos de ventaja y dieciséis kilómetros después, a siete de meta, esa renta tan solo se redujo en cuarenta segundos.

Como el jueves, Castrillo decidió moverse antes de que lo hicieran otros y atacó a tres kilómetros. Con semejantes rampas los metros pasaban muy despacio y la incertidumbre por ser cazado aumentaba al no poder ver a lo lejos a los perseguidores, escondidos tras la niebla. Apareció Vlasov y recortó la distancia metro a metro hasta cazarle antes del descansillo que precedía el muro final. La lógica invitaba a pensar que el ruso, llegando desde atrás, resultaría vencedor, pero el Kern Pharma y su corazón han pedaleado en esta Vuelta contra los pronósticos y la lógica, y Castrillo, zapatazo a zapatazo, volvió a abrir hueco para adjudicarse la victoria.

Detrás se esperaba un golpe en la mesa de Roglic para vestirse de rojo pero el esloveno, que cambió de bicicleta a 23 kilómetros por una de monoplato y un piñón mucho más grande, sufrió incluso para llegar a meta junto a Enric Mas, que tuvo otro día de inspiración tras la crisis del viernes. Para colmo, Roglic fue sancionado con 20 segundos porque después del cambio de bici regresó al pelotón a rebufo del coche. Ben O'Connor, que mantuvo el tipo, sigue de líder con una ventaja de 1:03 sobre el ciclista del Red Bull.