Patxi Vila y Roglic se centran en su plan

Bora-Hansgrohe ha puesto la directa hacia Madrid y no hay nadie ni nada que le aparte del guion. Ni siquiera una sanción de 20 segundos de los jueces por llevar a Primoz Roglic a rebufo del coche tras cambiar de bici en la etapa del domingo. Nada. «No voy a entrar en ese tema. El juez ha tomado esa decisión y nosotros tenemos que seguir con nuestro plan», reveló ayer con serenidad Patxi Vila, director del equipo, desde su hotel de concentración en Asturias. «No cambiamos el guion y nos centramos en cumplir con lo estipulado para cada día. Nada más. El objetivo es seguir cumpliendo el plan de cada jornada para llegar a Madrid en el menor tiempo posible».

A la frialdad de la declaración, le acompaña la cautela. «Vamos en la buena dirección, algunos días nuestra actuación tiene más impacto en el tiempo y otras, menos de lo que nos gustaría, pero vamos cumpliendo el guion cada etapa. Quedan todavía tres finales en alto y una crono. Casi más que una Itzulia completa, en la que un minuto de ventaja puede ser mucho o poco. La Vuelta está siendo muy dura, aunque eso ya lo sabíamos antes de venir. Tiene más desnivel acumulado que las otras dos grandes esta temporada. Por eso, esta tercera semana pueden verse cosas inesperadas. Insisto. Nosotros con nuestro guion».

En la misma línea se pronunció el líder real de la carrera, aunque ocupe la segunda plaza de la clasificación. Roglic se permitió ironizar con la idea de que «visto lo visto, perdí más tiempo que el que gané con el cambio de bici», pero más allá de eso, se limitó a señalar que «da igual que esté de acuerdo o no con la decisión porque no la puedo cambiar. Claro que me hubiera gustado estar con 20 segundos menos, pero tengo que asumirlo. Quiero seguir siendo positivo y lo voy a dar todo para limar el minuto y tres segundos que me quita O'Connor».

El factor equipo juega a su favor. Patxi Vila asegura que «tenemos un gran grupo y eso nos da confianza. Vlasov, Lipowitz, el propio Daniel Felipe... están respondiendo. Eso, y el plan del día a día, es lo más importante». El propio Roglic quiso ayer alabar el nivel de sus compañeros, sobre todo el de Lipowitz. «Es la primera vez que coincido con él en carrera y está volando. Ya había demostrado en otras pruebas el nivel que tenía y en la Vuelta lo está ratificando. Tengo suerte de tenerlo conmigo».

La etapa asturiana de hoy, con dos puertos de Primera antes del gran final en Covadonga, será un buen test para un Bora-Hansgrohe que solo piensa en cumplir con su guion.