Javier Lizón
Vuelta a España | Remco Evenepoel

El gran paso adelante del diablo rojo

Remco Evenepoel derriba la última barrera que le quedaba para retar también a Pogacar, Bernal y Vingegaard

Domingo, 11 de septiembre 2022

Cuando empezó la Vuelta, Isak jugaba en la Real y en Inglaterra había reina. La última vez que un belga había ganado una ronda de tres semanas (Johan de Muynck, el Giro de 1978) se estaba cocinando una de las mejores selecciones de fútbol del país. Enterrado el gran Ajax, los vecinos del sur se paseaban por Europa como los 'diablos rojos' con un equipazo en el que sobresalían figuras como Pfaff, Ceulemans, Gerets o Vercauteren. Tiraban el fuera juego con maestría. Aquello era toda una evolución en el juego. En la época, el uso táctico de esa regla no era ni mucho menos habitual. En un partido de la Eurocopa de 1980 volvieron locos a los ingleses, dejándoles en off-side casi en cada ataque. También encandilaron al público del Mundial de España, nada acostumbrado a aquella forma de defender yéndose hacia adelante.

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Cuarenta años después, un diablo rojo ha ganado la Vuelta. Remco Evenepoel (Schepdaal, Flandes, 25 de enero de 2000) fue capitán del Anderlecht y de la selección belga sub17. Hoy podría estar jugando junto a Lukaku, De Bruine, Mertens y compañía. Captado desde niño por el Anderlecht, con 11 años le fichó el PSV Eindhoven holandés, aunque tres años más tarde regresó al equipo de Bruselas. Tras una lesión, fichó por el Malinas, pero nada más debutar y con una oferta para el primer equipo en el bolsillo, lo dejó y se pasó al ciclismo.

La victoria en la Vuelta es un paso adelante trascendental en la carrera de Evenepoel. No temía a nadie en las clásicas, ni a Van Aert (Jumbo) ni a Van der Poel (Alpecin) ni a su compañero Alaphilippe. Tampoco en las vueltas de una semana. Pero este triunfo cambia su consideración como ciclista y le sienta junto a Pogacar (UAE), Bernal (Ineos) y Vingegaard (Jumbo), los jóvenes que han sido capaces de ganar rondas de tres semanas los últimos años.

LAS CLAVESEVOLUCIÓNHasta ahora era imparable en terrenos quebrados, su triunfo en Madrid le sitúa en otra dimesiónCALIDADLlegó a Donostia en una forma exuberante el 30 de julio y ha ganado la Vuelta siete semanas más tarde

Porque con Evenepoel nunca ha habido dudas. Que era un fenómeno de los que surgen muy de vez en cuando se dio cuenta todo el mundo cuando aún era juvenil. Tras colgar las botas en el vestuario del Malinas, el 2 de abril de 2017 se puso un dorsal por primera vez. Acabó 71º su primera carrera, pero dos meses después ya logró su primer triunfo. Acabó el año con siete victorias y disputó el Mundial de Bergen (Noruega), que abandonó. Su explosión llegó un año más tarde, en su segunda campaña júnior.

Ganó los campeonatos de Brabante Flamenco, Bélgica, Europa y el mundo, tanto en línea como contrarreloj. En la prueba en ruta dio una exhibición asombrosa, remontando a todo el pelotón con una facilidad insultante tras ser víctima de una caída. La idea era que en 2019 se foguease en el equipo Continental americano que gestiona Axel Merckx, pero le llegó una oferta del Sky y el Quick-Step reaccionó para incorporarle directamente al primer equipo.

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De su etapa de diablo rojo conserva un físico de futbolista, de mediocentro poderoso. Eso generó alguna duda en la academia. Demasiado musculoso, demasiado pesado para las vueltas grandes. Su ciclismo poderoso arrasa en carreras de un día y en terrenos quebrados. Sus dos exhibiciones en la Clásica de San Sebastián (2019 y 2022) y la de la Lieja-Bastogne-Lieja (2022) fueron expresiones salvajes de su talento.

El triunfo en Madrid también despeja la única sombra que amenazaba su futuro. La caída en el Giro de Lombardía de 2020, en la que se fracturó la pelvis. Tras ocho meses de baja, reapareció directamente en el Giro de 2021 y Bernal le pasó por encima. Lógico.

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Pogacar le espera en Francia

Uno de los primeros en felicitar a Evenepoel por su triunfo fue el mismo sábado Tadej Pogacar (UAE), el gran genio de esta generación, este sí, el nuevo Merckx: «No tengo ninguna duda de que Evenepoel puede ser el año que viene un gran problema para nosotros. Pensándolo bien, la edición del año que viene el Tour, con Jonas Vingegaard y ojalá Egan Bernal, puede ser de un nivel enorme. Tengo muchas ganas de enfrentarme con todos ellos y, en especial, con Remco».

La Vuelta es una cosa y el Tour, otra. Los rivales, la montaña... Pero los grandes campeones están hechos de un material desconocido para el resto y los desafíos son su gasolina. El triunfo en Madrid ha sido una exhibición de talento y de método. Ha realizado una planificación meticulosa, con concentraciones en altura y entrenamiento específico. Llegó en una forma exuberante a la Clásica de San Sebastián, el 30 de julio, y ha ganado la Vuelta el 11 de septiembre. Siete semanas en una forma incontenible para sus rivales, algo al alcance de muy pocos y que da muestra de su nivel.

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Todo el mundo se ha pasado el verano en fuera de juego por obra y gracia de Remco Evenepoel, el último diablo rojo.

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