«No siento mucha presión por el maillot rojo»

El australiano explicó que «cuando gané la etapa conseguí el maillot y no tuve ninguna presión para mantenerlo en ese momento. Pero en Granada fue una historia completamente diferente. Estaba manejando la carrera, controlándola con los compañeros y haciendo un muy buen trabajo. Me encanta correr delante, liderando la carrera y que dependa de otras personas hacer los movimientos, y no de mí».

Explicó la táctica de esa etapa, en la que Adam Yates (UAE) y Richard Carapaz (EF) se fueron por delante. «En el caso de Yates, decidimos que podía meterse en la escapada y lo hizo fantásticamente, chapeau. En cuanto a Carapaz, fue sorprendente, pero aun así impresionante. Una forma especial de correr, pero muy bonita. Fue genial que se mantuviera así durante tanto tiempo».

Se ve fuerte y está contento con el trabajo de su equipo. «Me siento bastante bien después de nueve días duros y sobre todo calurosos. Ha sido una carrera agresiva, pero eso me gusta. Estoy muy contento de tener a Felix Gall a mi lado. Es un tipo de primera y súper fuerte. Eso está muy bien».

O'Connor lucha por el maillot rojo en una de sus últimas carreras con el equipo Decathlon, ya que ha firmado por el Jayco de su país. «Esta es la experiencia más agradable que he tenido aquí, y tengo recuerdos fantásticos con el equipo del Tour y muchas otras carreras. Pero, sin duda, esta es la guinda del pastel».

Sobre sus opciones de conservar el maillot rojo hasta Madrid, O'Connor se mostró cauto. «Me gustaría lograr el podio, pero no puedes decepcionarte si no te lo mereces. Los ciclistas que terminan en podios están donde se lo merecen. Entonces, si termino ahí, estaré orgulloso».

Prefiere ser prudente. «Veremos quién gana, pero será el hombre más fuerte. Ya sea yo o Primoz Roglic, Enric Mas o quien sea. Ya se verá».

Con los calores de Andalucía, se hacía difícil pensar en lo que resta de Vuelta y a partir de hoy los corredores se enfrentan a una segunda semana de carrera muy seria, sin ninguna jornada en la que se atisbe la opción de un día de calma. El terreno gallego y asturiano es propicio para que suceda cualquier cosa.

Este martes, la llegada a Baiona es complicada, con un puerto de primera a solo siete kilómetros y medio de la meta. Mañana, la meta en el alto de Manzaneda también medirá a los favoritos. La semana culminará con la etapa entre Infiesto y el Cuitu Negro, con las subidas a Colladiella (1ª), Santo Emiliano (3ª), Colladiella (1ª) y Cuitu Negru (especial), que es la continuidad de Pajares.

Ben O'Connor maneja una renta muy cómoda en la general, pero tiene tras de sí a un grupo amplio de adversarios, que aumentó en la etapa de Granada con las cabalgadas de Adam Yates y Carapaz. Roglic (Bora) es segundo a 3:53, que es mucho tiempo. Si bien el líder flojeó en Cazorla, resistió muy bien en Granada. Carapaz está a 4:32, tres segundos más cerca que Enric Mas (Movistar). Mikel Landa (Soudal) cede 5:29 y Adam Yates, 5:30, mismo tiempo que el mejor escudero de O'Connor, Felix Gall. El austriaco no esperó al líder en el final de Yunquera, pero el maillot rojo explicó que «los últimos seis o siete kilómetros eran al 10% y no habría cambiado nada. Yo ya iba para atrás». Sin embargo, destacó su ayuda en Granada. «Estuvimos muy, muy bien juntos. Con un compañero como él puedes controlar los finales en montaña. Y también puede ser agresivo si necesita estar también en la carrera».

Cambia el recorrido y cambia también la meteorología. Hoy se esperan poco más de 20 grados en Baiona a la hora de la llegada. La bajada de temperaturas puede ser otro factor importante en el desarrollo de la carrera.