Superman tropieza en la misma piedra

Evenepoel se queda prácticamente solo y ni siquiera necesita a los dos compañeros más cercanos. Tener uno por delante es importante y Masnada jugó ese papel, si bien apenas pudo echar una mano al belga. Van Wilder ejerció casi de mero acompañante. Astana en primer lugar y Movistar después sacaron al líder del apuro que podía suponer el ataque de lejos a cargo de Almeida.

Superman López tropezó con la misma piedra que en la penúltima etapa del año pasado. Quinto en la general, su obligación es estar atento a lo que hace el sexto para proteger la posición. Arrancó Almeida y el despiste del colombiano obligó a su equipo, Astana, a una persecución en la que se dejó muchas plumas, incluidas las de Nibali. La reacción al despiste le vino de maravilla a Quick Step, mermado de efectivos.

Cuando jugamos al mus nos gusta que alguien lance el órdago al juego cuando estamos de mano y con treinta y una, a ser posible real. El segundo o el tercer clasificado de la general sueñan con atacar al líder con la seguridad de no perder el botín conquistado en dos semanas y media de carrera. Y claro, soplar y sorber, no puede ser.

Evenepoel es el más fuerte de la carrera, aunque siguen sin gustarme esas exhibiciones tan suyas y tan poco eficaces. Hay que embotellar fuerzas. Atacó de nuevo Mas, convertido en la alegría del pelotón. En el fondo, su segundo puesto es excelente para Movistar y para él después de la temporada que llevan.