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BEÑAT ARNAIZ
Lunes, 29 de agosto 2022, 08:13
La frase más manida que acompañó a los primeros días de confinamiento allá por marzo de 2020 fue la de «saldremos mejores de esta pandemia». Había serias dudas de que esa afirmación tan optimista se hiciera realidad, y en agosto de 2022 se confirma esa ... sospecha. Solo unos pocos pueden presumir de «ser mejores» una vez superado –o al menos olvidado– el virus. Uno de ellos, Jay Vine. El australiano era un chaval de 24 años que competía en el ciclismo oceánico con el equipo Nero de la categoría Continental, de la tercera división, cuando el Covid-19 irrumpió.
Los países en los que había competido hasta entonces eran Australia, Nueva Zelanda y Filipinas. Sin ganar, conseguía buenos resultados en carreras muy menores comparadas con las de Europa, territorio desconocido para él. ¿Cómo es posible entonces que en dos años y medio Vine, de 26 años ahora, se haya convertido en un doble ganador de etapa de la Vuelta a España? El rodillo tiene la respuesta.
Carapaz se filtra en la fuga El Alto de la Colladona es el aperitivo de la jornada. 6,4 kilómetros al 7% de pendiente media nada más empezar que muchos aprovechan para intentar filtrarse en la fuga, entre ellos Carapaz (Ineos), Pinot (Groupama) o Valverde (Movistar).
El Quick Step controla. Los 2 56 minutos que Carapaz tenía ayer sobre Evenepoel en la general no era tiempo suficiente para permitir que el ecuatoriano se marchase y el Quick Step neutralizó al numeroso grupo que nunca tuvo más de 20-25 segundos de ventaja.
Escapada de calidad Pedersen (Trek), Landa (Bahrain), Lutsenko (Astana), Vine (Alpecin), Taaramae (Wanty), Hamilton (Bike Exchange) y Soler (UAE) tienen el permiso para marcharse y empezar a coger minutos sobre el pelotón. Más tarde se les unen el trío del Groupama formado por Pinot, Armirail y Reichenbach.
Pedersen obtiene su premio El danés se había metido en la fuga para sumar los 20 puntos del sprint intermedio y vestir el maillot verde y lo consigue en Grado. Misión cumplida.
Jay Vine, intratable El del Alpecin, con una facilidad pasmosa, se marcha en solitario y repite triunfo de etapa. Por detrás, Mas y Evenepoel siguen siendo los más fuertes.
Este dispositivo, que sirve para encajar en él la bicicleta y poder pedalear en un sitio fijo –como si fuera una estática pero con la bici de carretera–, fue el más demandado durante la pandemia y la herramienta de los profesionales para seguir entrenando y no perder la forma mientras esperaban la reanudación de las competiciones. Zwift, una de las marcas líderes en este mercado, organiza anualmente una competición virtual y en 2020 ofreció un premio muy goloso: unirse al Alpecin y ser compañero de Mathieu van der Poel.
Jay Vine, que no era un cualquiera y conocía la disciplina al también pertenecer al equipo Aero de ciclismo virtual, ganó la competición –muy exigente con pruebas realmente duras en las que se pedían potencia y vatios muy altos– en diciembre de 2020 y en 2021 ya compartía entrenamientos con Van der Poel. Compitió por primera vez en Europa en el Tour de Turquía, donde terminó segundo definiéndose como un buen escalador. Al final de temporada completó su primera carrera de tres semanas en la Vuelta, con un tercer puesto en la etapa que terminó en Pico Villuercas y que ganó Bardet.
En esta edición ha cogido la medida a la carrera y mediante dos escapadas se ha convertido en doble ganador de etapa de la Vuelta a España. El jueves resistió en el Pico Jano al empuje de Remco Evenepoel y ayer resolvió con pasmosa facilidad una fuga de muchísimo nivel. Acompañado de hombres como Marc Soler (UAE), Mikel Landa (Bahrain), Thibaut Pinot (Groupama) o Rein Taaramae (Wanty), no tuvo rival en el Colláu Fancuaya asturiano. Arrancó a seis kilómetros de meta y en esa distancia sacó 43 segundos a Soler, que a pesar de estar en un buen momento se quedó corto de fuerzas.
Por detrás, Remco Evenepoel (Quick Step) y Enric Mas (Movistar) confirmaron que son los dos más fuertes entre los hombres de la clasificación general. En los dos finales en alto que ha habido en estas ocho primeras etapas son los únicos que no han fallado y se han mantenido sin fisuras. Ayer se les unió Primoz Roglic (Jumbo) y cerca estuvo Carlos Rodríguez de llegar junto al trío a la llegada. El granadino de 21 años cedió trece segundos en los dos kilómetros finales, pero es ya el primer Ineos en la general tras el hundimiento de Carapaz, que se dejó cinco minutos y está a casi siete del maillot rojo.
Evenepoel volvió a tirar del grupo de los mejores sin permitir ningún relevo de sus rivales y a pesar de abrir un pequeño hueco en el sprint final, no logró ningún segundo de ventaja. Con 28 de renta sobre Mas, el belga ampliará diferencias en la crono del martes, pero antes debe superar otro exigente final en alto: 3,9 kilómetros al 12,9% en la llegada de hoy a Nava, que tiene rampas de hasta el 24%. ¿Ganará Jay Vine otra vez?
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