Los pollos de San Marcial

Y por supuesto la Vuelta al Bidasoa, cuya edición de 1964 comenzó con una crono por equipos en el velódromo de Gal. Sí, había velódromo en Gal. No sé cuántas vueltas le dimos. Corría en el Olarra y terminamos segundos, superados por la selección 'internacional' dirigida por Perico Matxain. Al día siguiente salíamos de Irun, íbamos a Pamplona y volvíamos. En la ida, Matxain llevaba medio cuerpo fuera del 203 en la ascensión a Belate. Parecía Rommel al mando de un carro de combate. Llovió y, ya de vuelta a Irun, Ramón Mendiburu aprovechó para atacar en el descenso. Corría en el conjunto de Matxain. Pasaban por allí camiones de pescado y el piso estaba peligroso. Le aguantamos los del Olarra. Se quedó sin ningún compañero. Matxain se agachó y cerró la capota. Me caí en Bera tras hacer el afilador con un compañero, pero López Carril pudo con Mendiburu en la meta.

La ronda bidasotarra finalizaba entonces en San Marcial y existía la costumbre de premiar a todos los que acababan la etapa con un pollo desplumado, deferencia de una granja patrocinadora. Ya de noche, Rufo Goikoetxea y Carmelo Uria acudieron con sus pollos al Etxe-Maite, donde pidieron café con leche. No paraban de dar vueltas a la cucharilla... y ni siquiera habían echado los azucarillos al interior de la taza, supongo que distraídos. Vaya por delante que para conocer esta historia alguien tuvo que verlos.

Roglic tomará la salida de rojo en Irun tras ganar este martes en Laguardia en una llegada ideal para Alaphilippe. Reconozco que había magnificado el puerto de Herrera, pero la jornada fue sido dura.