![La Vuelta a España: La Vuelta: Danzad, danzad, malditos](https://s2.ppllstatics.com/diariovasco/www/multimedia/202108/29/media/cortadas/majka-ROgG9zrXukQO9tPTwX7IecI-1248x770@Diario%20Vasco.jpg)
![La Vuelta a España: La Vuelta: Danzad, danzad, malditos](https://s2.ppllstatics.com/diariovasco/www/multimedia/202108/29/media/cortadas/majka-ROgG9zrXukQO9tPTwX7IecI-1248x770@Diario%20Vasco.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Etapa sin sentido, una carrera enloquecida en pos de la gloria inexistente, 'Danzad, danzad, malditos' en bicicleta. Las escapadas de la Vuelta son como aquellos ... concursos de baile en la gran depresión posterior al crack de 1929. Días y noches sin pausa hasta que solo una pareja resistía en pie. Un espectáculo absurdo para un público ansioso por ver el sufrimiento y la desesperación de los demás. El público, en este caso, es el pelotón de los mejores, que se desentiende de la carrera mientras el agotamiento va venciendo a los aventureros: «Es duro, pero así son los tiempos que corren», se oye en un momento de la película de Sydney Pollack.
Así es la Vuelta. Alguien tiene que pagar las facturas mientras llega la hora de la verdad, de los premios que merecen la pena. Hay acuerdo entre los poderosos en que la carrera empieza mañana y, mientras tanto, el guion se esfuerza en representar que hay recompensa para todos.
Pero es falso, porque si bien los jefes no se implican, tampoco hay esperanza en las escapadas para los modestos, aunque ellos sean la fuerza necesaria para que la rueda gire. Camino de Villanueva de la Serena, este engaño rebasó los limites de la decencia y había que disimular: en Pico Villuercas ganó Romain Bardet (DSM) y ayer, Rafal Majka (UAE), cualquier cosa menos modestos.
Los grandes nombres esperan a los Lagos de Covadonga –miércoles– y el Gamoniteiru –jueves– y se limitan a pequeñas escaramuzas al final, como el ataque de Adam Yates (Ineos) ayer en San Juan de la Nava, antes de bajar a El Barraco, que le dio quince segundos sobre el resto de favoritos. Si en la fuga se da cuerda a los más necesitados de victorias, lo mismo sucede en el pelotón, donde se subcontrata al Intermarché para marcar el ritmo. Un buen negocio para ambas partes, que sacan beneficio de la situación. Y el primero, el líder, Odd Christian Eiking, que sin duda pondrá encima de la mesa estos días de rojo al firmar su nuevo contrato para 2022.
Este reparto de tareas no significa que la etapa fuera cómoda. Al contrario, el neoliberalismo siempre deja víctimas. Fue una locura de velocidad, como si todo el mundo tuviera prisa para emprender cuando antes el traslado a Cantabria, donde hoy descansa la Vuelta antes de reiniciarse mañana, entre Laredo y Santa Cruz de Bezana. Como si todo fuera poco para una audiencia ávida de sangre, se está corriendo a medias superiores a los 50 por hora hasta que se hacen las escapadas, bajo un sol africano.
El Intermarché no es un equipo puntero, pero es World Tour y tiene corredores buenos. Con categoría para llevar al pelotón rápido y es lo que hicieron, impulsados por la solvencia inesperada de su líder. Redujeron mucho el grupo de cabeza en un recorrido que debió de ser durísimo para los ciclistas, pero no transmitió apenas nada al gran público, que no asimila esta nueva moda de las escapadas que llegan siempre.
Ganó Majka, 31 años, tres victorias de etapa en el Tour, dos en la Vuelta, podio en la ronda española, en Tirreno-Adriático, Lombardía... Lo hizo con un ataque a 85 kilómetros de la meta que la web de la Vuelta calificó de «gesta», pero que él mismo y su equipo rebajaron de categoría por el abuso de bajadas al coche para recoger bidones y barritas, con su consiguiente empujón cada vez. Subiendo Mijares fueron demasiadas, sin que interviniera el juez árbitro allí destacado. Fue una cabalgada solo apta para un ciclista de categoría, pero no debió abusar de ese recurso. Posiblemente, un poco menos de pillería tampoco habría afectado al desarrollo de la etapa, ya que no se veía la manera de que Steven Kruijswijk (Jumbo) le echase mano. En cambio, habría dado más lustre a su triunfo, que quedará como otro producto de consumo rápido, como tantos en este mundo posmoderno.
Hoy, descanso
Mañana en Laredo la Vuelta volverá a engancharse al corazón de la carrera, tras una segunda semana que ha sido un paréntesis para otras cosas. La clasificación general, aunque todo el mundo tiene calculadora y sabe restar, siempre es algo más confusa cuando hay un líder interpuesto, como es el caso de Eiking. Enric Mas (Movistar) va a 2:11 y eso es mucho, pero en realidad cede 35 segundos, que no es tanto, con Roglic. El mallorquín, a los 26 años, está ante la oportunidad que puede cambiar su carrera. Pero todo flota en una especie de compás de espera.
Es como si esa provisionalidad –el maillot rojo noruego anda mucho, pero no hay dudas de que cederá– hubiera ayudado a mantener la carrera sin sobresaltos. Muy rápida, sí, pero sin movimientos para modificar el guion. Mucho desgaste, pero compartido.
A todo el mundo parece que le convenía quitarse de en medio estos días y reducir la verdadera competición a dos semanas, la primera y la última. A estas alturas de temporada nadie está para regalar esfuerzos para la galería. Se juega con las cosas de comer y, con eso, pocas bromas. El que resiste, gana. 'Danzad, danzad, malditos'. Solo puede quedar uno.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La artista argentina Emilia, cabeza de cartel del Música en Grande
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.