Dijo Andrea Camilleri que «la bicicleta no morirá nunca. Es una prolongación del hombre, es mucho más que una máquina». La bicicleta, el medio de ... transporte más simple, se ha convertido en el símbolo de las sociedades desarrolladas, abiertas. El Tour quedó pasmado en Copenhague y la Vuelta no da crédito a lo que vive en Utrecht. Dos ciudades donde manda la bici, dos ciudades avanzadas, cultas, sostenibles, dos modelos hacia los que debe avanzar el resto de la Europa con ambiciones humanistas.
Publicidad
El creador del comisario Montalbano seguro que no pensaba en esto cuando recorría la Sicilia recién liberada por los aliados en 1943. Las bicicletas, la suya, una Montante, y las demás, eran lo que había a mano en un país destruido. Lo más sencillo, lo de toda la vida. Hoy, la bici como medio de transporte es lo más moderno, no se puede estar a la moda sin ser ciclista urbano. En Copenhague hay más bicis que vecinos. Lo mismo pasa en Holanda. En el 98% de las casas hay por lo menos una bici; en el 50%, tres o más. Por el puente de la reina Luisa en la capital de Dinamarca pasan cada día 40.000 personas en bici. EnUtrecht se realizan 125.000 desplazamientos diarios a pedales. Solo el 15% del total se hacen en coche.
De la bici se llegó al ciclismo en el inicio del Tour, no siendo Dinamarca un lugar clásico de este deporte. Todo lo contrario de Holanda, una de sus mecas. Por eso no es extraño que el público se haya volcado con el inicio de la Vuelta. Como la víspera en la crono por equipos, hoy una multitud ha acompañado a los ciclistas en los 175 kilómetros entre s-Hertogenbosch (la ciudad de Marianne Vos) y Utrecht. Los corredores se han abierto camino como han podido entre un pasillo humano y han dirimido la victoria en un sprint sin las primeras figuras de la suerte suprema. Ha ganado Sam Bennett (Bora), que no ha vuelto a ser el mismo desde su traumática salida del Quick-Step el año pasado. Ha ganado el irlandés en parte por el error de cálculo del Trek, que ha dejado a Mads Pedersen en cabeza demasiado lejos. El danés ha sido presa fácil para Bennett. Mal el Alpecin y Merlier, trabajando todo el día para perderse en la llegada.
Tras ver el sprint, muchos espectadores han ido a recoger sus bicis. No pocos la tendrían en el mayor aparcamiento del mundo, con capacidad para 125.000, en pleno centro de la ciudad. Una obra de 30 millones de euros y cinco años de obras.
Publicidad
En Utrecht, la preeminencia de la bici no ha sido un proceso natural, sino fruto de un acto deliberado. La ciudad, en decadencia económica y demográfica y con unas tasas de accidentes de tráfico exageradas, declaró la guerra al coche en los años 90. No hace falta imaginarse las voces que se alzaron para alertar de todas las calamidades que se avecinaban, porque son las que se oyen hoy en Donostia, por ejemplo. Desde que las calles de Utrecht se convirtieron en un infierno buscado para los conductores hasta la actualidad, la ciudad ha pasado de 230.000 habitantes a 360.000 (un 56% más), un impulso demográfico superior al del resto de los Países Bajos (16%). La regeneración económica de la ciudad, por entonces distrito dormitorio de Ámsterdam, ha sido también evidente, a lomos de una universidad floreciente, entre otros factores.
Al ciclismo, deporte tradicional donde los haya, este advenimiento de la bicicleta como medio de transporte y señal de desarrollo le puede beneficiar de forma importante si sabe subirse a la ola. La Vuelta seguirá hoy entre multitudes que viven en bicicleta y viven muy bien, mejor que en ninguna otra parte del mundo. Llegará el martes a Euskadi y el Tour lo hará en un año. La altura del listón es la que han puesto Copenhague y Utrecht, salvo que se prefiera mirar a otras latitudes para encontrar comparaciones más cómodas.
Publicidad
Ha ganado Bennett, se ha puesto de líder otro holandés, Mike Teunissen (Jumbo), y todo el mundo ha vuelto a casa dando pedales.
La Vuelta a España dice adiós a los Países Bajos mañana domingo con una etapa completamente llana cuyo punto más elevado se halla a 29 metros de altitud. Presumible llegada al sprint. Atención al viento de costado.
Xabier Mikel Azparren (Euskaltel) se ha metido en la fuga en la primera etapa en línea de esta Vuelta. En su debut en la pasada edición entró en cuatro escapadas a lo largo de la carrera y fue uno de los ciclistas que más kilómetros sumó destacado del pelotón. Hoy ha completado 112 en cabeza de carrera y ha alucinado con la respuesta del público holandés. «No había visto algo así en la vida, ha sido alucinante. No había un hueco de diez metros sin espectadores en toda la etapa. La gente empujaba mucho y en la escapada había hueco para pasar, pero en el pelotón ha sido muy estresante y ha habido alguna caída».
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
La artista argentina Emilia, cabeza de cartel del Música en Grande
El Diario Montañés
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.