Ciclismo
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Ni la llamada de los Lagos de Covadonga, icono máximo de la carrera, permite centrar del todo la atención en la 79ª edición de la Vuelta a España, que fue presentada ayer. La carrera arrancará en Lisboa el 17 de agosto y finalizará en ... Madrid el 8 de septiembre. La ronda española tendrá un recorrido fiel a su personalidad de los últimos años, con pocas etapas llanas, nueve finales en alto y una dureza medida para buscar el espectáculo que la hegemonía del Jumbo le arrebató en este 2023. La carrera volverá a Euskadi, con una etapa en Álava la última semana.
Lisboa acogerá la salida de la Vuelta a España, como hizo en 1997 cuando se convirtió en la primera ciudad extranjera en organizar el inicio de la prueba. La etapa inaugural será una contrarreloj de 12 kilómetros y el pelotón permanecerá tres días en carreteras lusas antes de enfilar a Extremadura en la cuarta etapa, una jornada de montaña con meta en el Pico Villuercas, que vuelve a la Vuelta tras su estreno en 2021.
9 llegadas en alto, de las cuales tres son novedad en la Vuelta Yunquera, Cazorla y una inédita vertiente del Puerto de Ancares. Dos contrarreloj individuales, cinco etapas de media montaña, ocho de montaña, y seis llanas u onduladas.
Las claves
Asturias El final de la segunda semana en el Cuitu Negru y el inicio de la tercera en los Lagos de Covadonga perfilarán la lucha por la victoria.
Picón Blanco Penúltima etapa con un final el alto muy duro, nueve kilómetros casi al 10% de media, que puede dar la vuelta a la general.
Contrarreloj final La última etapa cambia por completo y se convierte en una crono de 32 kilómetros.
La internacionalización es una apuesta clara de los grandes eventos. Además de en Lisboa, la Vuelta ha salido en ediciones anteriores de Assen (2009), Nimes (2017) y Utrecht (2022). En 2022 las tres grandes vueltas arrancaron desde países diferentes: el Giro en Hungría, el Tour en Dinamarca y la Vuelta en Países Bajos. El Tour no sale de Francia desde 2021 y no volverá a hacerlo hasta 2025.
La Vuelta 2024 busca sucesor para Sepp Kuss (Jumbo) con un recorrido de dureza calculada empezando por las rutas extremeñas, con la llegada al Pico Villuercas. El colofón de la primera semana serán dos etapas peligrosas, primero una jornada de media montaña entre Úbeda y Cazorla y, después, una jornada de alta montaña entre Motril y Granada con tres puertos de primera categoría.
En la segunda semana, la Vuelta se pondrá seria de verdad. La estación de Manzaneda acogerá la 12ª etapa, en la segunda de las tres jornadas por las siempre peligrosas rutas gallegas, que culminarán en la 13ª con la meta en el puerto de Ancares por una nueva vertiente. La segunda semana de carrera terminará ese domingo con la llegada al temible Cuitu Negru.
Tras el segundo día de descanso, llegarán los Lagos de Covadonga, que regresan a la Vuelta tres años después del triunfo de Primoz Roglic en 2021. El menú asturiano se antoja decisivo, una vez más.
Tras atravesar Cantabria, la carrera volverá a Euskadi con la etapa entre Vitoria y Maeztu, para enfilar la recta final con las jornadas Logroño-Alto de Moncalvillo y Villarcayo-Picón Blanco antes de llegar a Madrid, donde el final de la Vuelta cambia de forma radical y la habitual fiesta para el ganador se convierte en una crono potencialmente decisiva.
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