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Iñigo Arteaga se dedica a preparar porteros, ahora los del Rubin Kazan. Esta es la portería de su Añorga natal, donde dio sus primeros pasos en el fútbol.
Arteaga: «La oferta del Rubin Kazan era irrechazable»
MINUTO NOVENTA Y TANTOS

Arteaga: «La oferta del Rubin Kazan era irrechazable»

Iñigo Arteaga, que colgó las botas en el Real Unión para preparar a los porteros, ha comenzado una nueva aventura de cuatro temporadas en tierras rusas junto a Javi Gracia

TITO IRAZUSTA

Sábado, 13 de agosto 2016, 09:28

Sus maletas tienen ruedas y han viajado a la República de Tartaristán, nuevo destino profesional de Iñigo Arteaga (Añorga, 1972). Comenzó con la preparación de porteros en el Real Union y pasó por otros equipos. El último era el Málaga. Hasta que el Rubin Kazan ruso le hizo una oferta imposible de rechazar. Junto al también exrealista Javi Gracia comienza otra gran aventura. Acaba de comenzar la Liga rusa y se han llevado a Jonathas de Jesús, a la espera de que al brasileño le vaya mejor que en la Real.

- Le veo contento.

- Todo bien, sí. Estoy en pleno trabajo con el Rubin Kazan, mi nuevo destino profesional.

- Cada vez más lejos.

- Jugué en este campo de Añorga hasta que a los diecisiete años fui al juvenil de la Real. Rezola era entonces un campo de hierba, no estaba como ahora.

- Del juvenil del Añorga al de la Real. ¿Qué más?

- Completé tres temporadas en el Sanse, pasé una temporada al primer equipo de la Real y luego anduve por Ferrol, el Chaves portugués, Burgos y Real Unión, donde cambié de oficio. Pasé de defender la portería a preparar a los que eran mis compañeros de puesto.

- Llegó a debutar en la Real en la temporada 95-96.

- Estábamos tres porteros: Alberto, Olabe y yo. Tuve la fortuna de ir bastantes veces convocado. Jugué solo un amistoso en San Mamés y me quedo con eso, con que llegué a debutar defendiendo la puerta de la Real aunque fuera en el amistoso del Torneo Asegarce.

- El Racing de Ferrol vino a ofrecerle trabajo.

- Sí, me ofrecieron acudir en invierno y al final de temporada me incorporé para dos años, que fueron muy diferentes uno de otro. Al final, supusieron una experiencia muy buena. De ahí salí hacia la Primera División portuguesa para otra campaña. Estuve en el Chaves, también con sus cosas, aunque al final me gusta siempre extraer lo positivo de cada experiencia. Me quedo con que también fue un año entretenido.

- En Ferrol le recuerdan por un gol de puerta a puerta.

- Fue en Navalmoral de la Mata, frente al Moralo. Me equivoqué... Bloqué un balón a la altura del área pequeña, salió un compañero en velocidad e intenté buscarle con un desplazamiento largo de los que me gustaba hacer. Tuve la fortuna de que el balón se desplazó mucho por la volea que le di, botó al borde del área, cogió un charco, pasó por encima del portero contrario... Y gol. Casualidades de la vida.

- Esos también cuentan...

- Me acuerdo de que Asier Garitano, que jugaba en mi equipo, me decía 'no sabes la que has liado'. Fue un día de mucho trasiego periodístico y realmente estuvo bien.

- Ahora que cita al bergarés Asier, entrenador del Leganés. ¿Le ha felicitado por el ascenso?

- Desde luego. Estuvimos seis meses juntos y, además, nuestras mujeres hicieron amistad. Seguimos en contacto. Me alegro mucho de su éxito con el Leganés. Cuando le llamé le quedaba poca voz después de celebrar el ascenso a Primera con su equipo. Han hecho un año muy bueno desde el principio. En algún momento parecía que estaban escondidos, pero también estuvieron líderes y pasaron su mala racha. Lo que cuenta es el final y han logrado meterse arriba. Siempre me habló bien del grupo que tenía. También estaba allí Alain Eizmendi. Al final lo han conseguido y es para celebrarlo.

- Volvamos al Arteaga portero.

- Terminé en el Real Unión y tampoco era tan mayor como para dejarlo porque fiché con 29 años, que no es una edad para acabar la trayectoria de un portero. Tampoco tenía la idea de dejarlo, pero sufrí una lesión en un partido de Copa y el siguiente fue un año muy duro. Manix Mandiola me ofreció la posibilidad de ser el entrenador de los porteros, que era algo que me gustaba porque había coincidido con el hernaniarra Luis Llopis y me llenaba esa labor. Entre eso y que estaba cerca de casa, empecé a entrenar porteros con la ayuda de Luis, al que tengo mucho que agradecer por todo lo que hizo por mí. Si no fuera por él, no creo que habría sido entrenador de porteros. Y en eso seguimos...

- Llopis en el Real Madrid, Ochotorena en el Valencia, Arteaga ahora en el Rubin Kazan... Hemos pasado de tener buenos porteros a disponer de preparadores. ¿Y los porteros?

- Es una racha que, vista desde fuera, me parece preocupante. Siempre he dicho que en los últimos veinte años la Real solo haya tenido dos porteros con alguna continuidad en Primera, Riesgo y Zubikarai, debería preocupar en el club. Por mucho que todos sabemos que en el fútbol hay rachas y cosas que salen mejor y peor. Llevamos unos años sin tener porteros de casa, a la espera de hacer bien las cosas y volver a sacar guardametas para un club que tuvo una cantera incomparable en ese puesto.

- ¿Le quedó la espina clavada de no tener sitio en la Real?

- Siempre lo piensas, pero al final llevas una trayectoria y no le das más importancia que en el momento. Recuerdo que cuando salí de la Real me dolió mucho, porque soy de aquí y realista. Iba a Atotxa desde muy pequeño, veía a Arconada y siempre aspiraba a que llegara ese momento. Cuando estás arriba tienes que salir... Lo tomo como circunstancias del deporte, que también te ayudan a crecer. Mirado bien, ese paso de salir fuera resultó importante en mi vida y en mi crecimiento deportivo.

- ¿Achaca también los ciclos en la portería a la falta de preparación adecuada en esa posición?

- No puedo ni soy quién para criticar a los preparadores de porteros que ha tenido la Real desde las categorías inferiores, porque todo todo el que se dedica a ello lo hace con absoluta la entrega y cariño hacia los porteros. Puedo decir que nosotros teníamos a José Alkorta, que sin ser preparador específico de porteros nos ayudó mucho en nuestro trabajo diario. Es verdad que el reglamento evolucionó sobre todo para los porteros, cambió el juego y puede que esas modificaciones hayan perjudicado un poco a la trayectoria de los porteros de aquí.

- ¿Cuál es el trabajo principal de los preparadores de porteros? ¿Qué se le puede enseñar a Kameni?

- Pues enseñar, poco. Lo único, entrenarle y prepararle para el día a día, decirle qué cosas nos podíamos encontrar, hacerle ver nuestro juego en cada partido y darle confianza, en definitiva. Cuando perteneces a un staff técnico, aunque seas preparador específico de los porteros, el trabajo es en equipo para preparar cada partido en conjunto.

- ¿Le falta algo a Rulli?

- Por faltar, quizás los años, la experiencia que te da el tiempo en una portería. Creo que es un portero que tiene unas condiciones muy buenas y que poco a poco va a ser mejor.

- La cosa fue que un buen amigo, Javi Gracia, lo incorpora a su equipo técnico.

- Estaba en el Real Unión y Javi, antes de fichar por el Cádiz, me llamó para ver si estaba dispuesto a acompañarle. Le dije que si, cogimos las maletas y allí empezó nuestra trayectoria juntos, con su cara y cruz, porque hemos tenido de todo. Primero ascendimos con el Cádiz y luego bajamos.

- A la República de Tartaristán...

- Es curioso que la única vez que Gracias pudo entrenar cerca, a Osasuna, no tuvo la opción de llevar preparador de porteros porque hay clubes que tienen su cuerpo técnico. Yo estaba en plena fase de crecimiento en la preparación. Gracia llegaba a Pamplona como primera experiencia en la máxima categoría y tampoco podía imponer a todo su cuerpo técnico. Se llevó únicamente a Juan, el preparador físico, aunque cuando recaló en Málaga me volvió a llamar y volvimos a juntarnos allí.

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