Álvaro Odriozola coge el «tren» de los títulos

«Se trata de un tren que pasa una única vez en la vida». Esta era la postura de Álvaro Odriozola cuando a finales de la temporada 2017-18 supo del interés del Real Madrid por contar con él. El conjunto blanco, enamorado de su descaro y verticalidad, veía en el donostiarra un jugador con gran proyección que podía complementarse perfectamente con Carvajal en banda derecha. Y apostó por él, eso sí, a cambio de los 30 millones de euros más variables que recibió la Real Sociedad. Para Álvaro comenzaba una nueva etapa, lejos de su querida San Sebastián pero en un club que aspiraba a ganarlo todo. Ni él mismo se imaginaba que dos años después se encontraría en el Estadio Da Luz con los Lewandowski, Gnabry, Coman y compañía celebrando por todo lo alto un título de Champions con los colores del Bayern...

Tras una primera temporada de blanco con muchos claroscuros y saldada sin títulos, Álvaro Odriozola comenzó el segundo año a la sombra de Carvajal, sin apenas minutos. La situación se agravó tras el choque de Son Moix, el quinto que disputaba aquella campaña 2019-20 (y cuarto de liga), donde el donostiarra cuajó un mal encuentro y acabó expulsado. Ese partido acabó de 'condenarle', ya que no volvió a jugar más.

Tras el título de Supercopa de enero, donde no disfrutó de ningún minuto, optó por salir cedido al Bayern de Munich, un equipo que se encontraba en plena crisis de resultados y que necesitaba recambio para Pavard en el lateral derecho. Sin embargo, el nuevo inquilino del banquillo teutón, Hans-Dieter Flick, optó por la alternativa del polivalente Kimmich, lo que le cerró nuevamente las puertas de la titularidad y los minutos.

En su breve estancia en la Bundesliga, el lateral donostiarra apenas disputó tres partidos de liga y uno en la ronda de octavos de la Champions ante el Chelsea. Curiosamente, en esta última competición no pasó de los 19 minutos disputados, pero tuvo tiempo para lucirse, dar una asistencia a Lewandowski y ser incluido en el once ideal de la jornada.

Sus números llaman poderosamente la atención. Esta temporada, Álvaro Odriozola apenas ha disputado 613 minutos en 10 partidos sumando sus participaciones como jugador de Real Madrid y Bayern de Munich. Eso sí, el donostiarra ha añadido cinco títulos a su palmarés: Liga y Supercopa de España, Bundesliga, Pokal -Copa de Alemania- y Champions League). De ello sale que Odriozola levanta un título por cada 112 minutos que juega, unos guarismos inauditos en el mundo del fútbol.

Tras su cesión en el Bayern, y a falta de los habituales movimientos en el mercado estival, todo apunta a que Odriozola volverá a vestir de blanco la próxima temporada. Y es que en Valdebebas cuentan con el donostiarra tras vender a Achraf al Inter por 40 millones de euros. Allí, coincidirá con otro exrealista, Martin Odegaard. Allí, intentará nuevamente coger el tren de los minutos y, por qué no, el de los títulos.