![Los jugadores del club Aurrera de Leitza disputan un partido en el campo de Arkixkil.](https://s1.ppllstatics.com/diariovasco/www/multimedia/2025/02/08/102186137.jpg)
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Barro, mucho barro. Kilos y kilos de barro cubren Arkixkil, el campo de fútbol de Leitza desde comienzo de la temporada y aunque el estado del mismo es pésimo, alrededores de 250 jugadores del club Aurrera de esta localidad luchan por sumar puntos ante sus contrarios. El ánimo de los chavales y chavalas no decae y la ilusión por la victoria les empuja a vestirse cada quince días sus botas y equipaciones para lograr su único objetivo: ganar. No caerse es una odisea para cada uno de ellos y por supuesto, una vez en el suelo, la capa de tierra empapada que impregna sus camisetas y pantalonetas hacen que estas pesen y mucho, sin olvidar lo frío que está. Lavarlas es otro cantar que consultando a sus padres se convierte en una misión casi imposible, aunque a base de insistir, se logra el milagro.
Arkixkil es el famoso campo de fútbol leitzarra conocido en toda Navarra por su deplorable estado. Un recinto que se construyó hace 26 años y aportó al municipio un lugar donde poder entrenar y jugar a fútbol en categoría regional. Desde 1999, además de aquellos 20 jugadores y técnicos de Aurrera K.E. han practicado este deporte cientos de chavales que, como explica David Delgado, coordinador del Aurrera, conforman la amplia plantilla del club leitzarra. «Aurrera K.E. cuenta en la actualidad con unos 250 jugadores y jugadoras de Leitza, Areso, Berastegi, Iruñea, Goizueta, Altsasu,... desde los 4 a los 30 años, que entrenan dos veces por semana cada equipo. Los últimos cuatro años, además de aquel equipo de regional, el Aurrera cuenta con conjuntos desde infantiles, cadetes y juveniles. Pasamos de un equipo de campo a seis equipos de campo, a los que hay que sumar los seis equipos de fútbol sala que entrenan en el polideportivo».
Un total de 250 jugadores que «entrenan y juegan en el campo de Arkixkil con las limitaciones que presenta y las dificultades por las aglomeraciones de los equipos, la gestión de los partidos por las condiciones del estado del campo, el mantenimiento, que nos condiciona su uso a la hora de los entrenamientos durante la semana para los seis equipos».
Contar con un campo de hierba artificial es un sueño ansiado por los leitzarras. El proyecto para su construcción es una petición que se ha repetido tanto ante el consistorio de Leitza como al Gobierno de Navarra en numerosas ocasiones. Según Delgado, «jugar y entrenar en estas condiciones no es buena ni para los chavales ni para su formación ni para la competición. Por ello, tenemos que estar pidiendo perdón a los equipos visitantes y agradeciendo la paciencia de las familias de los jugadores que siguen comprometidos con el club y continúan con nosotros a pesar de la situación del terreno de juego».
Delgado destaca que la actividad de Arkixkil es de «una media de tres partidos jugados cada fin de semana. Lo recomendable en el uso de un campo de hierba natural es de diez horas semanales. Hablamos de un campo en buenas condiciones, con un mantenimiento adecuado por gente que se encargue constantemente de su cuidado. En nuestro caso, esas horas se van y por mucho en cuanto a horas para contabilizar su uso. Esos seis equipos que entrenan dos veces por semanas una hora y media en cada sesión, lleva a 18 horas solo de entrenamiento».
Todas esas horas acumuladas semanalmente «no ayudan a la recuperación del estado del terreno de juego», según el coordinador del Aurrera. «Está claro que el campo no está preparado para soportar todas esas horas de entrenamientos, a lo que no ayuda que Leitza es el segundo municipio con mayor precipitación de lluvia registrada de Navarra anualmente, lo que no favorece mantener en buen estado el campo. Esta temporada, además especialmente, ha llovido mucho y otros años nevaba y helaba, lo que ayuda a la recuperación del campo, pero este año le ha dado por llover y llevamos tres meses con el estado del terreno de juego muy mal».
Eso ha hecho que «esta temporada no hayamos entrenado en Arkixkil desde noviembre. Tres meses y los próximos que seguiremos entrenando en el polideportivo con lo que eso supone y lo que conlleva, ya que los seis equipos entrenan en medio campo, ocupando las instalaciones 18 horas semanalmente».
David Delgado recuerda que el proyecto futbolístico del Aurrera «cumple con una función social para que, además de entrenar y jugar a fútbol, interactúen, que se conozcan... El objetivo principal es que los chavales no se queden en casa sin hacer nada o no estén horas ante la pantalla del móvil. La prioridad del club no es primordialmente competitiva, cumple la función social que mencionaba para crear un equipo con el que se identifiquen y que disfruten jugando con sus compañeros».
Objetivo que ha hecho que los jugadores dejen de lado las condiciones del campo y según Delgado, «los chavales se sienten a gusto a pesar de la cantidad de barro. De hecho, hablas con los chicos y las chicas y va a parecer imposible, pero dicen que les gusta jugar en estas condiciones, se sienten cómodos aunque acaben agotados y aunque parezca mentira, no hemos tenido más lesiones que en temporadas anteriores. Es verdad que desde el lado formativo no es muy positivo jugar en un campo como este porque no puedes desarrollar ni avanzar en ningún sentido, pero son duros e intentan jugar lo mejor posible».
La construcción del campo de hierba artificial llega con un halo de esperanza. «La verdad es que cuando empezamos hace cuatro años con el proyecto de contar con un campo artificial, no pensábamos que iba a pasar tanto tiempo para verlo hecho realidad, pero bueno, nunca hemos desistido de nuestro propósito. Cada negativa que hemos recibido tras las reuniones con los responsables políticos no han sido agradables, pero es verdad que los chavales son superagradecidos y siempre han mostrado una actitud muy positiva para seguir en cada uno de sus equipos, entrenar y jugar. No podemos olvidar a los casi 30 monitores que tenemos que se esfuerzan y mucho en preparar a esos chavales. Eso al final ayuda para seguir trabajando y seguir con el proyecto del Aurrera y del campo de hierba artificial».
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