La declaración de Rubiales en 10 frases

De esta manera explica Rubiales lo sucedido con Hermoso. Él relata que fue ella la que le alzó y que él le pidió permiso para protagonizar la imagen del pico que posteriormente dio la vuelta al mundo.

En su declaración en la posterior asamblea de la RFEF, Rubiales expuso que le había pedido darle «un piquito» a la jugadora y sostiene que ella le dio su conformidad. Sin embargo, cambió su declaración y dice que su frase fue: «¿Puedo darte un besito?». Así lo había ratificado asimismo David Morillo, experto en lenguaje de labios, que realizó el informe pericial de la imagen y declaró en el juicio.

Rubiales explicó que agarró la cabeza a Hermoso como «gesto afectivo» y porque tenía las manos arriba cuando ella le alzó hacia arriba. Y que, en completo silencio, recibió el consentimiento explícito y verbal de la jugadora para darle el beso. No existía el tumulto del que se había hablado en el juicio porque en ese momento no sonaba la música. Ésta llegó con la entrega de la copa.

Rubiales se defiende significando que el hecho de dar un beso en la boca, tanto a mujeres como a hombres o a sus hijas, está incluido dentro de su normalidad, pero en circunstancias especiales. «No se gana el Mundial todos los días, la normalidad no se puede aplicar a un hecho totalmente extraordinario como la consecución del Mundial», señala. También aclara quea a sus vástagas se los da no todos los días, pero sí a fin de año y cuando aprueban todas las asignaturas y que incluso la ha emprendido a picos con compañeros (chicos) de equipo en la celebración de algún gol o en «hazañas» como cuando ganaron en el Santiago Bernabéu contra el Real Madrid con el Levante.

El expresidente de la RFEF sostiene que lo que para él y para la jugadora se había quedado en una anécdota se convirtió en un hecho de gravedad cuando comenzó a desatarse lo que él llama con reiteración «crisis mediática» y cuando muchísima gente comenzó a condenar el hecho y relacionarlo con un 'abuso sexual'.

Rubiales reconoce que, antes de viajar a Australia, y de una forma un tanto atropellada, tuvo que firmar un protocolo contra al acoso sexual es y la violencia que le había hecho llegar el Consejo Superior de Deportes. Él considera que lo que protagonizó no tiene nada que ver con lo tipificado en ese documento, ya que, a su juicio, no existe ninguna reacción violenta o forzada y que no consta que «estuviera prohibido dar un beso».

Antes de subirse en el avión, la RFEF emitió un comunicado que Rubiales instó a redactar basado en unas declaraciones de Hermoso a la Cadena Cope en las que ella quita hierro a lo sucedido. Rubiales cree que recogen a la perfección lo sucedido y conmina a la futbolista a realizar una declaración conjunta en Doha significando lo mismo. Pero Jenni se niega.

Por primera vez, Rubiales reconoce que se equivocó tanto por dejarse llevarse «por las emociones» con su beso a Hermoso como cuando luego llamó «gilipollas», «tontos del culo», «idiotas» y «pringaos» en una entrevista en la Cadena Cope a los que le habían atacado después de sus reacciones y actos tras ganar la selección el Mundial.

El expresidente de la RFEF reconoce que durante todo este tiempo no ha pedido perdón a Jennifer Hermoso, toda vez que sigue sin ver condenable la acción por la que se le juzga y porque insiste en que contaba con la conformidad de la jugadora.

Uno de los episodios más impactantes de toda la historia llegó en la asamblea posterior de la RFEF, cuando Rubiales, cuando todos pensaban que iba a presentar su dimisión y pedir disculpas, lanzó el ya famoso y repetido 'No voy a dimitir', que provocó los aplausos de Luis de la Fuente, Montse Tomé, Jorge Vilda y muchos de los presentes.