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Xabier Manzanares
Jueves, 4 de julio 2024, 02:00
Palestina está presente en la Donosti Cup gracias al Burj AlLuqLuq, un equipo cuya localidad se encuentra entre los muros de la Ciudad Vieja de Jerusalén. El club forma parte de la Asociación Burj AlLuqLuq, fundada en 1991. La iniciativa de la Fundación de la Donosti Cup ha permitido que sea uno de los 450 equipos inscritos en el torneo.
Diecisiete jugadores han viajado para mostrar el espíritu de lucha y esperanza de su pueblo. Todos se muestran asombrados con el gran apoyo que han recibido estos días en San Sebastián y en Gipuzkoa. «Nos hemos quedado sorprendidos con el apoyo que nos ha dado la ciudad. No paramos de ver banderas palestinas. El trato está siendo genial. Todo el mundo nos para y nos desea suerte», expresa el delegado del conjunto palestino, Muntaser Edkaidek.
Trece equipos palestinos han intervenido en la Donosti Cup a lo largo de la historia de este evento. Es la segunda participación del Burj AlLuqLuq, presente ya hace siete años. En esta ocasión necesita más que nunca disfrutar del fútbol para que los niños salgan del contexto que están viviendo en su ciudad. «El deporte es como una lengua especial, y más si se trata del fútbol. Estamos en Donostia ayudando a estos niños a descubrir el mundo, a encontrar nuevos amigos, a construir nuevas conexiones, a aprender nuevas culturas. El objetivo es que aprendan cosas nuevas», señala el delegado palestino.
La Asociación Burj AlLuqLuq, fundada como respuesta a las amenazas y ataques hacia la identidad palestina, brinda servicios esenciales y programas de desarrollo a más de 50.000 ciudadanos. Trata de construir una sociedad basada en el deporte, la educación y el emprendimiento. El equipo de fútbol, conformado por niños de quince años que tratarán de hacerlo lo mejor posible en el torneo, se entrena dos días a la semana. Con la motivación de mostrar todas sus fuerza, los jugadores son optimistas y esperan ganar la copa. «Tenemos muchas ganas de jugar bien y poder llegar a la final», comenta uno de los futbolistas palestinos.
Al equipo de la Ciudad Vieja de Jerusalén, que porta la camiseta y el pantalón de color rojo, no le ha tocado un grupo sencillo. Figuran en el grupo J de la categoría B15 y sus rivales en la fase de grupos del torneo son DNA Soccer (Cataluña), The Bridge SC (Jordania) y Wisconsil International (Estados Unidos). Los cuatro lucharán por terminar en una de las dos primeras plazas para lograr la clasificación a la Champions League del torneo. Los dos últimos, por su parte, acceden a la Europa League.
Para muchos de los jugadores, este es el primer viaje fuera de su país, un viaje largo en avión –alrededor de nueve horas de vuelo– pero ha merecido la pena para jugar al fútbol en un lugar «precioso» entre amigos de la infancia. «Estamos muy contentos con el viaje, la localidad y la comida. Está siendo una experiencia única que no habría sido posible sin la colaboración de la Fundación de la Donosti Cup», expresan varios jugadores del Burj AlLuqLuq.
Gracias a esta iniciativa, en la Donosti Cup han podido participar más de 50 equipos de regiones pobres o muy vulnerables, de zonas en conflicto, de países privados de libertad o de ciudades sacudidas por desastres naturales. Algunos de estos países son Sierra Leona, Zambia, Mozambique, Etiopía, Uganda, India, Nepal, Palestina, Iraq, Ucrania, Rumanía, Croacia, El Salvador, Perú, Honduras, Colombia y Bolivia. Se trata de una fundación que logró en 2018 el Premio Nacional Unicef por su contribución a la infancia a través del deporte. «Fue una gran noticia para nosotros ser invitados por la Fundación de la Donosti Cup. Nos gustaría dar las gracias a la Fundación por acompañarnos y apoyarnos, por la hospitalidad y por hacerse cargo del alquiler y de la comida», afirma Muntaser Edkaidek .
El conjunto palestino llegó el lunes al más puro estilo de la ciudad, bajo un fuerte aguacero. Tanto los jugadores como los entrenadores se quedaron asombrados con el temporal. Dejaron a un lado los planes de visitar la ciudad y tuvieron que acudir a un centro comercial a comprar chubasqueros. Una vez bien equipados, pusieron rumbo al alojamiento del colegio Salesianos de Urnieta, lugar accesible para que el autobús pueda tanto llevarles como dejarles después de los partidos.
«Nos encanta el sitio donde estamos hospedados. Es un lugar rodeado de color verde gracias a los montes. Además de esto, una de las cosas que más nos ha sorpendido ha sido la meteorología en esta ciudad. Nunca habíamos visto llover tanto. Tuvimos que parar para hacernos con algún paraguas y chubasqueros», declaran los jugadores palestinos.
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Ángel López | San Sebastián e Izania Ollo | San Sebastián
Fermín Apezteguia y Josemi Benítez
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