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El Gran Hermano cambia la Liga
Fútbol

El Gran Hermano cambia la Liga

Las estrellas de Primera mudan de actitud desde que sus triquiñuelas y las pifias de los colegiados pasan por el filtro del VAR

Javier Muñoz

SAN SEBASTIÁN.

Lunes, 10 de septiembre 2018, 07:28

Los jugadores de la Liga habían escarmentado en cabeza ajena. Especialmente, en la de Neymar, que fue la primera y más sonada víctima mediática del Video Assistant Referee (VAR) en el Mundial de Rusia, ese gran teatro futbolístico donde al astro brasileño lo pillaron 'in fraganti' simulando un penalti frente a Costa Rica. Con el recuerdo de aquella pantomima, satirizada en las redes sociales, la tecnología ha desembarcado esta temporada en la Primera División española y sus efectos han sido inmediatos. Nada más arrancar la competición se perciben cambios en las actas arbitrales, siendo el más notable que no hubo ningún expulsado en las dos primeras jornadas de la competición, mientras que ninguna de las tres cartulinas rojas de la tercera fueron directas, sino todas por doble amonestación (las del colchonero Savic y el granota Coke, y la más controvertida del sevillista Roque Mesa).

Un examen urgente de los 29 partidos de Liga disputados hasta ahora (falta el aplazado Rayo-Athletic) arroja el saldo de tarjetas amarillas más bajo desde 1991. Los colegiados han sacado 123 en total (tres de ellas, segundas amonestaciones), lo que sale a poco más de cuatro por encuentro (4,2), con un matiz interesante además. Las cartulinas por protestar han caído un 28% respecto a la temporada pasada (10 frente a 14, en números absolutos), mientras que las mostradas por simular lo han hecho el 75% (1 frente a 4).

LAS DIEZ RECTIFICACIONES DEL VAR

  • 1 Rayo-Sevilla. Un gol no concedido al sevillista Silva por Mateu Lahoz es válido tras la indicación del VAR.

  • 2 Rayo-Sevilla. El colegiado pita falta fuera del área sobre el rayista Embarba, pero escucha al VAR y es penalti.

  • 3 Girona-Real Madrid. Martínez Munuera saca tarjeta a Bernardo, del Girona, pero gracias a los asistentes del videoarbitraje muestra la cartulina a su compañero Muniesa.

  • 4 Espanyol-Valencia. Del Cerro no da gol al 'perico' Granero, pero atiende al videoarbitraje y el tanto sube al marcador.

  • 5 Valladolid-Barça. De Burgos concede un gol al pucelano Keko y a instancias de los asistentes del VAR acaba anulándolo.

  • 6 Madrid-Leganés. Jaime Latre anula un gol a Benzema, pero contempla el monitor del campo y lo concede.

  • 7 Alavés-Espanyol. Iglesias Villanueva no ve falta máxima sobre el alavesista Laguardia, pero la pita al revisar la jugada en la pantalla del campo.

  • 8 Alavés-Espanyol. El colegiado da gol al 'perico' Sergio García y lo anula por fuera de juego tras recurrir al monitor en el campo.

  • 9 Celta-Atlético. Mateu Lahoz concede un tanto al celtiña Cabral, pero a indicación del VAR lo anula por fuera de juego.

  • 10 Barça-Huesca Melero anula un gol al blaugrana Suárez por supuesto fuera de juego de Alba, pero tras atender al VAR lo concede.

En conclusión, los futbolistas de Primera (en Segunda no hay VAR) se están tomando en serio a esa especie de Gran Hermano -el de Orwell o el programa de televisión, lo mismo da- que el Comité de Árbitros ha habilitado en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Se saben observados por esos equipos formados por un colegiado, un asistente y el operador de vídeo, que se sientan ante un panel de pantallas de plasma para actuar en cuatro supuestos de error arbitral: al pitar o no penalti, al señalar o no un gol, al decretar una expulsión directa y al confundirse de identidad y sancionar al jugador equivocado.

Esos son los únicos casos en los que puede intervenir el VAR y alertar desde Las Rozas al juez principal, que tiene la última palabra y dispone de una pantalla al borde del terreno de juego por si decide repasar directamente su decisión inicial. Y en todas esas situaciones ha tenido que producirse una equivocación flagrante. Esta minirrevolución en el arbitraje necesita todavía rodarse. Y no será tarea sencilla porque desde el comienzo de la competición se han podido apreciar los límites del vídeo. De forma evidente, en la injusta expulsión del sevillista Roque Mesa durante el derbi contra el Betis del estadio Villamarín. Se trató de una equivocación del colegiado Jesús Gil Manzano que el VAR no entró a revisar por haber sido una segunda amarilla y no expulsión directa.

El VAR no es la panacea

En última instancia, lo que no enmendó la tecnología en aquel encuentro lo hizo el Comité de Competición, retirando la cartulina a Roque Mesa. Pero a raíz de esa intervención los aficionados se preguntan por qué no se añade la doble amonestación al espectro de las revisiones en vídeo. Los colegiados responden que el VAR no es la panacea y que contemplar otro supuesto de revisión provocaría demasiados parones del juego. Y ahora mismo la cuestión que los árbitros creen que debe afinarse cuanto antes cuánto añadir por las interrupciones de la tecnología.

De todos modos, ese y otros puntos flacos del videoarbitraje -los futbolistas recuerdan que una acción polémica contemplada a cámara lenta puede generar una falsa impresión en el telespectador- no han impedido al presidente del Comité Técnico de Árbitros de la Federación Española de Fútbol, Carlos Velasco Carballo, saludar con optimismo la llegada del nuevo sistema a España. «El éxito ha sido evidente», aseguró. «Todo el mundo se ha adaptado al nuevo fútbol con una amabilidad que no esperábamos».

El juicio positivo del colegiado madrileño se apoya en las 364 acciones que han pasado por el cedazo videoarbitral en las tres primeras jornadas de la Liga, a una media de 12,55 por encuentro. Esas revisiones han servido para modificar diez decisiones iniciales del árbitro, tres de las cuales se corrigieron después de que éste contemplara la jugada en el monitor situado a ras de césped, mientras que las siete restantes se enmendaron por indicación del equipo del VAR.

La casuística de esos cambios proporciona algunas pistas sobre la utilidad de la tecnología. Dos penaltis no concedidos al principio se pitaron gracias al apoyo videoarbitral. Las imágenes también corrigieron una tarjeta que había sido señalada al jugador equivocado. Cinco goles subieron al marcador después de la revisión y otros dos, por el contrario, fueron anulados por fuera de juego.

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