La Real se la juega mano a mano con el AZ

Final europea para la Real Sociedad a las primeras de cambio. El equipo vasco afronta ante el AZ Alkmaar el primero de dos duelos consecutivos que bien pudieran ser un mano a mano propio de una eliminatoria a tenor de la situación del grupo F de la Europa League. El guión por ahora ha discurrido por los cauces previstos salvo en el caso de la sorprendente victoria de los neerlandeses en su visita al Nápoles en la primera jornada. Toda vez que los italianos se recuperaron la semana pasada con su triunfo en Anoeta y el Rijeka croata parece un escalón por debajo, el doble duelo entre Real y AZ se antoja decisivo para definir la clasificación a la fase eliminatoria de la competición.

El líder de la Liga afronta el reto con la confianza que le da otra goleada en el campeonato doméstico, el pasado domingo ante el Celta en Balaídos. Y es que al equipo 'txuri urdin' se le caen los goles en este inicio de campaña, al menos en la competición doméstica, donde suma 18 tantos en ocho encuentros disputados. Esa demostración de pólvora necesita ahora en la competición europea, donde sólo ha firmado el tanto de Bautista en la jornada inicial para lograr tres puntos fundamentales en Rijeka.

Después del doblete de Willian José en Vigo, a Imanol Alguacil se le presenta el dilema entre apostar por el brasileño en punta o darle la oportunidad a Isak, al que le está costando más ver puerta. El técnico cuenta con toda su plantilla a excepción del lesionado Luca Sangalli aunque puntales como Oyarzabal, Portu o David Silva, todos ellos muy inspirados ante la puerta rival en las últimas semanas, apuntan al once ideal.

Mientras, el AZ llega a San Sebastián en una gran dinámica, con seis de seis en la Europa League después de asaltar San Paolo y golear a Rijeka. A esa posición de privilegio en la competición continental el equipo dirigido por Arne Slot une el hecho de mantenerse invicto en la Eredivisie, aunque tras cinco empates en las cinco primeras jornadas logró el fin de semana pasado su primer triunfo en el torneo doméstico frente al RKC Waalwijk, una inyección de moral antes de afrontar el todo o nada en Europa.