Ander Herrera regresa al Athletic

Porque las últimas temporadas de Herrera en la ciudad de la luz no han sido fáciles. Ha tenido lesiones -entre enero y mayo de este año solo ha disputado 83 minutos- y hasta batallaba con una conjuntivitis viral, una infección ocular que le impedía ver el fútbol como él lo ve: en modo panorámico. La llegada de Christophe Galtier al banquillo parisino supuso el principio del fin del bilbaíno en el PSG, la chispa que prendió la mecha del adiós. Le dijo que no contaba con él y le conminó que se buscara la vida en otra parte, además de separarle de la dinámica del grupo. Resolvió su compromiso con el club-Estado cobrando menos de lo que tenía firmado y puso sus ojos en el Athletic, que le abrió las puertas de Lezama y San Mamés.

Desde que se marchó de Bilbao el centrocampista vizcaíno ha pasado cinco temporadas completas en el United y tres en el PSG. Esta iba a ser la cuarta -firmó hasta 2024-, pero Galtier le mostró la puerta de salida y le invitó a no mirar atrás. En este tiempo, Herrera ha jugado 189 partidos con los 'diablos rojos' y 95 con los parisinos; 284 batallas en las que ha marcado 26 goles -20 con los ingleses y seis con los franceses- y repartido 33 asistencias -27 llevan el sello del conjunto de Old Trafford y seis del galo-. Le ha dado tiempo a ganar cuatro títulos con el club de Manchester y siete con el de París, una cosecha con la que ha podido saciar su hambre de trofeos antes de regresar a Bilbao, lugar que le vio nacer hace 33 años.

La nueva junta directiva del Athletic trabajó con discreción y diligencia en la contratación de Herrera, atenta a su situación, quien tenía todavía dos años firmados con el PSG pero las partes encontraron la fórmula de resolver el acuerdo.

Ahora habrá que ver cómo está físicamente y testar su nivel competitivo. En los tres años en el PSG ha jugado la mitad de los partidos (50,8%), aunque solo el 33,9% de los minutos totales. En la campaña anterior, el medio dispuso de 19 choques en la Ligue 1 y acusó las lesiones que le dejaron fuera de combate durante meses. Si es capaz de acercarse a su mejor versión, la que ofreció en su primera etapa en Bilbao y luego en Manchester, el Athletic tendría un pequeño tesoro entre las manos.