Jorge Galán, Txusta y gracias

Era lo único que importaba. Sumar los tres puntos en juego ayer en el Stadium Gal. El Real Unión no cuajó un buen encuentro y dio alas a un rival que nunca debería tener opciones en Irun, pero logró la victoria gracias a dos goles de Jorge Galán, uno de ellos de penalti, y a dos intervenciones prodigiosas de Txusta. El equipo tiene que mejorar, pero al menos sigue engordando su casillero con el segundo triunfo en tres jornadas de liga.

Todo en una semana en la que los unionistas habían cosechado dos derrotas consecutivas. Una de ellas conllevó la eliminación copera. Aun así, el Real Unión entró ayer al terreno de juego como si nada de eso hubiera pasado. La semana no podía acabar con otra decepción, pero los unionistas no parecieron presionados. Nada cambió en el planteamiento y los de Aitor Zulaika mantuvieron esa idea que el año pasado les llevó al éxito. Buen trato del balón a base de largas posesiones. Si esto fuera Primera División y tuviéramos máquinas para medir porcentajes, la posesión hubiera caído de manera descarada en favor de los irundarras durante los primeros compases del juego.

La defensa, ayudada por Rodellar e Iriondo, movía la pelota de un lado para otro intentando desmontar a los zaragozanos. En una de éstas, cuando solo se habían cumplido nueve minutos de juego, el balón llegó hasta Jorge Galán. Y cuando esto sucede, casi siempre pasa algo en el Real Unión.

El delantero navarro miró a portería desde fuera del área y con un preciso lanzamiento con rosca coló la pelota en la portería: 1-0. El Ebro se debería empezar a abrir... Todo parecía de cara para los txuribeltz.

El tanto de la tranquilidad podía llegar de un momento a otro podía llegar, pero Galán no logró culminar tras una larga conducción de Iriondo ni el ataque unionista supo resolver una contra con todo a favor.

Parecía imposible que el partido se le pudiera complicar al Real Unión y fueron los propios unionistas quienes se lo complicaron. Cada córner se convirtió en un suplicio. Todos eran tocados por los jugadores del Ebro y uno de ellos acabó en el fondo de la portería tras una peinada en el primero y un remate en boca de gol.

No pintaba bien la segunda parte para el conjunto irundarra, incapaz de hacerse con el control del juego. Los de Irun no generaban peligro y solo consolaba que el Ebro tampoco inquietaba a Txusta.

Así transcurrieron los minutos hasta el 71, en el que Juan Domínguez recibió la pelota dentro del área y fue objeto de un penalti muy protestado por los visitantes. Jorge Galán fue el encargado de ejecutarlo y marcar para dar la victoria a los suyos. También tuvo mucho que ver la actuación de Txusta, que con el 2-1 realizó dos paradones de muchísimo mérito. Lo dicho, Galán, Txusta y las gracias.