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FRANCISCO PRIETO LÓPEZ
Lunes, 19 de octubre 2015, 18:31
Tercera jornada consecutivo sin ganar para un conjunto fronterizo atascado y con dudas. Lo mismo le sucedía al Sestao pero en esos encuentros trabados, para desgracia de los guipuzcoanos, suele aparecer Jito. El delantero centro, ex del Eibar y Alavés, resolvió una de las pocas ocasiones vistas durante el partido y que sirvió para que el equipo lograra su primer triunfo en Las Llanas esta temporada.
Por su parte, el Real Unión siempre pareció dar por bueno el empate y con el marcador en contra apenas pudo reaccionar para evitar una nueva decepción.
Morcillo, Mikel Alonso y Barrón fueron las tres caras nuevas en el once en detrimento de Ribera, Ozkoidi y Eizmendi. El Sestao River llevó la iniciativa en los primeros compases con la inquietante presencia de Abaroa. Éste se movía con cierta picardía entre los centrales y de cabeza gozó en el minuto seis de una primera oportunidad, pero su intento no encontró portería desde el flanco izquierdo de Canario. Sin embargo, esa iniciativa no era agobiante y los fronterizos propusieron una especie de toma y daca de dominio pero sin peligro.
Silas, de tiro raso y cruzado, pudo sorprender poco antes de que en una acción embarullada dentro del área, el remate de Aimar, con el guardameta casi batido, se topara con la pierna de Tarantino. Transcurría el primer cuarto de hora y la igualdad era evidente, con demasiados jugadores en la medular.
A partir de entonces, el choque perdió chispa. Los futbolistas de Aitor Zulaika no acababan de triangular con éxito y tampoco aparecían chispazos de calidad para sorprender a un equipo vizcaíno bien estructurado pero con un fútbol demasiado previsible. Los minutos transcurrían sin novedad y un centro raso de Mikel Alonso al que no llegó por poco Urkizu fue lo único reseñable antes de llegar al descanso.
Gol decisivo
En el arranque de la segunda mitad, el Sestao River quiso meter algo más de ímpetu pero, por momentos, no pudo con el orden unionista. El encuentro seguía anestesiado con dos porteros como meros espectadores. Al menos, Canario probó fortuna en el minuto 59 pero se topó con el lateral de la red. Ambos equipos decidían no arriesgar y ni siquiera a balón parado se rompía la monotonía del choque.
El primer cambio de cada técnico delató sus carencias. Los locales metían a un rematador y Zulaika apostaba por un jugador de banda, buen centrador, como Eizmendi.
En estas vicisitudes se encontraba el partido hasta que Canario se marchó por banda y su posterior pase de la muerte encontró a un Jito que solamente tuvo que empujar el balón al fondo de las mallas.
Pero el partido entraba en la recta decisiva y los visitantes disponían de 25 minutos para evitar la derrota. Los nervios pasaban a su bando y, por si fuera poco, Jito a punto estuvo de hacer un doblete con un remate de espuela al que respondió Txusta con una buena intervención.
Los fronterizos daban un paso adelante pero sin velocidad facilitaban la labor a un Sestao River que con oficio supo parar el reloj ante un rival incapaz de generar una sola oportunidad para revertir la cuarta derrota liguera.
Los unionistaa están obligados a reaccionar cuanto antes en un grupo en el que los equipos se van situando poco a poco en la clasificación, que a partir de la décima jornada, ya dejará entever qué equipos van a estar arriba.
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